lunes, 5 de mayo de 2014

BREVERISMOS. LUNES 5 DE MAYO DE 2014

La joven de la Perla es una pintura del pintor barroco Johannes Vermeer van Delft (1632-1675) que en realidad se llamaba solamente Johannes Vermeer, pero la Historia añadió a su apellido el nombre de la ciudad holandesa en la que nació: Delft. De la ciudad en la que nació y vivió y murió, ya que el pintor no salió de Delf en sus 43 años de vida… y de la que pintó un conocido paisaje, Vista de Delft, óleo sobre lienzo. Marcel Proust, que viajó a Holanda en 1903 expresamente para ver este cuadro, lo cita en su gran novela En busca del tiempo perdido, escrita unos años después. El cuadro se conserva en el Mauritshuis, el espectacular museo de La Haya.


Así como hay pintores de los que se sabe absolutamente todo acerca de su vida, como el caso del también holandés Rembrandt (1606-1669) sin ir más lejos, contemporáneo y compatriota de Vermeer, otros artistas acaban perdidos en la niebla del tiempo… y solamente son conocidos por sus obras, y apenas por cuatro datos acerca de su vida. Este es el caso de Vermeer, del que se sabe que solamente pintó 35 cuadros a lo largo de su corta vida… y poco más. 


Pero la literatura y el cine decidieron entrar a saco en la vida del pintor con una novela, primero, y una película después. Y en ambas estaba todo inventado… o al menos parcialmente inventado, agarrándose libro y película a lo poco que se sabía sobre el pintor... y a lo mucho que sí se sabía sobre esa época esplendorosa de Holanda.


Vermeer fue un pintor costumbrista que se dedicó, casi siempre por encargo, a pintar interiores con un tema que repite: una habitación con una ventana a la izquierda por la que entra luz suficiente para iluminar al único protagonista de la composición, en la mayoría de los casos una mujer. Casi siempre ante una mesa, como pretexto para pintar algún pequeño objeto, y con un mapa de Holanda colgando en la pared, como parte y relleno del fondo.

 

Se sabe que tuvo un moderado éxito pero que, debido a la lentitud con la que pintaba, no tuvo una vida holgada… y poco más. Tras su muerte su obra cayó en el olvido, como la de tantos otros (recordad la vida de El Greco que vimos hace unos pocos días). Y fue en el siglo XIX cuando el periodista y crítico de arte francés William Thoré-Bürger lo sacó del olvido. Sus artículos en la prensa y en revistas especializadas hicieron que el mundo del arte resucitara a un gran pintor para colocarlo en el lugar que merecía. Actualmente está considerado como uno de los grandes pintores –si no el más grande- de los Países Bajos. 

 

Pero tendrían que ser la literatura y el cine, como he dicho, los que definitivamente impulsaran la popularidad de Vermeer, los que lo hicieran realmente popular. Y así como el robo de La Gioconda, de Leonardo da Vinci, catapultó a la fama un cuadro más de entre los que el Museo de el Louvre conserva del pintor italiano (como también vimos hace poco en otro blog) con La joven de la perla ha pasado lo mismo. Antes era un cuadro más de entre los que el Mauritshuis conservaba del pintor… y ahora los visitantes del museo hacen cola y se pegan codazos y patadas por ver este pequeño cuadro. Además, el cuadro, pintado en 1665, lleva el nombre de Muchacha con un pendiente de perla o Muchacha con un turbante azul. Pues bien, ya todo el mundo lo conoce como La joven de la perla (hasta yo, que unos renglones encima así lo he escrito). Qué cosas…


En 1999 la escritora estadounidense Tracy Chevalier escribió La joven de la perla, un libro con sospechoso tufillo de best-seller que inventa -hábilmente, dijo la crítica- toda una historia entre el pintor y una doncella que entra al servicio de la casa y que acaba como ayudante y modelo del pintor. En España lo publicó Alfaguara, y todavía se están frotando las manos por el éxito de ventas obtenido. No lo recomiendo especialmente (no lo he leído, pues huyo de la etiqueta best-seller) pero ya que ha salido el tema, ahí queda.


En cuanto a la película –inglesa, y se nota- que sí he visto tengo que reconocer que se ve muy bien, sobre todo por la perfecta recreación de la Holanda de la época… y por contemplar a Scarlett Johansson, para que nos vamos a engañar. Estrenada en 2003 y dirigida por Peter Webber, con Colin Firth en el papel del pintor y la citada Scarlett Johansson en el papel de la joven perlífera, sí la recomiendo, sobre todo por lo bien hechas que están hechas las escenas de interior, del mercado y las de los canales de Delft helados.


Además, dicen que eres realmente popular cuando se ríen de ti en Los Simpson. Pues aquí está la popular Joven de la perla.

Breverismos

5860)  RELACIÓN
La falta de conexión entre las sublimes ideas que generaba y la incapacidad para representarlas hizo del artista un desgraciado de por vida.

5977)  HAMBRE-CENA
Pasaron hambre en la cola para ver La última cena, de Leonardo da Vinci.

6119)  POLIFACÉTICO
El artista polifacético tenía tantas facetas que no consiguió triunfar en ninguna de ellas.


Mañana a ver qué pasa, que con el Destino nunca se sabe.

1 comentario:

  1. Hay más referencias literarias a Vermeer. Sin ir más lejos en el Oro de Newton se descubre el cuadro número 36 del discreto pintor.

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