Odio el término “políticamente correcto”,
porque en el fondo alberga una disimulada y correcta censura subterránea.
Ahora resulta que para ser y parecer políticamente correcto no puedo
decir que un negro sea torpe y bruto (cuando imagino que los habrá), ni en
Estados unidos decir que un negro es negro sino afroamericano, ni decir negro
africano sino subsahariano, no puedo decir tampoco que tal mujer es frívola y
descerebrada (cuando imagino que las habrá), ni que un judío es avaro (cuando
imagino que los habrá), ni que un gordo está muy gordo, ni hacer un chiste de
un bizco, ni que mi vecino es mongólico sino que padece síndrome de Down,
tampoco puedo reírme de un enano aunque mentalmente sea absurdo y ridículo,
tengo que decir operario en lugar de obrero, profesor en lugar de maestro, que un practicante es un ATS, que la asignatura de gimnasia es Educación Física…
Así
que ante tanta mojigata e hipócrita presión he decidido decir lo que me da la
gana, como por ejemplo que el negro del que voy a hablar hoy es un absoluto
imbécil, un déspota descerebrado sin posibilidad de la más leve mejoría.
Este pájaro (otra palabra políticamente
incorrecta) vestido de traje de diario es Mswati III, rey de Swazilandia, país
africano situado vete a saber dónde (frase políticamente incorrecta). Años
atrás, su padre, se cargó de un plumazo los derechos civiles y decretó el
estado de emergencia que sigue vigente.
Swazilandia
tiene una población de 1.200.000 habitantes de los cuales dos tercios,
sobreviven con 0,60 euros al día. Además es el país con mayor tasa de SIDA del
mundo (más de una cuarta parte de la población adulta) y a pesar de ello los
preservativos están prohibidos (algo que alegra enormemente al Vaticano). La
esperanza de vida es de 31,9 años.
Pues bien, el rey, según el diario británico The Times, dispone de una
fortuna personal de 168 millones de euros y una asignación anual de 14
millones, más que la destinada a fondos para Educación, a la vez que gasta en
el mantenimiento y viajes de su avión privado, un jet DC-9, más dinero que el
que destina a Sanidad.
En esta imagen tenemos a Mswati III disfrazado
de portero de hotel de cinco estrellas.
Este
año, para celebrar su 45 cumpleaños, ha recibido de regalo 32 BMW de alta gama.
Habéis leído bien: ¡¡32 BMW!! Y eso que cinco años antes, para celebrar que cumplía 40 años su pueblo le regaló 25 Mercedes
blindados, a 175.000 euros la unidad. Además lo ha celebrado por todo lo alto,
siguiendo la tradición a la que le es fiel: con la Danza del Junco. En la danza
anual participarán este año 60.000
muchachas vírgenes entre la cuales el rey elige una nueva esposa.
Para frenar la plaga de SIDA que arrasa su sufrido país prohibió las relaciones sexuales con menores de 18
años. Y resultó que él eligió como esposa a una de las muchachas que bailaban…
que tenía 17 años. Para quedar bien ante su pueblo se autoimpuso una multa de
una vaca, pero se quedó con la joven. Qué cosas…
El nene, a pesar de haber estudiado en los
mejores elitistas colegios ingleses, al regresar a su país decidió seguir con
lo emprendido por su padre en nombre de la “tradición”. Tradición que le
permite tener 14 esposas. Y a las cinco favoritas las envió el mes pasado a
Francia e Italia de compras, con 4,69 millones de euros para que gastaran
alegremente.
Y
ahora la incongruencia: a pesar de que todo esto es público y bien sabido, la UE dona a este país 74, 5
millones de euros anuales y Estados Unidos 200 millones. Y todo esto en pleno siglo XXI.
Estoy
haciendo gestiones para nacionalizarme marciano, ya que este planeta no tiene
remedio.
Breverismos negros negrísimos negretes
434) AFROAMERICANO
-Ya no se dice
Negro, ahora se dice Afroamericano –concretó, orgulloso, el negro
norteamericano… aunque siguiera siendo considerado negro por los blancos.
887)
INSULTOS
-¡Negro, negro,
negro! –gritó todo el estadio puesto en pie, insultando al fichaje recién
llegado de Senegal que fallaba todos sus disparos a puerta.
-¡Blanco, blanco,
blanco! –gritaron entusiasmados dos meses después, al comenzar su buena racha
goleadora.
2816) BLANCO Y NEGRO
-He pasado la
noche en blanco –dijo el negro.
-Pues yo estoy
negro por haberme desvelado -dijo el blanco.
Así que, acodados
en la barandilla de la terraza, se alegraron de contemplar aquel maravilloso
amanecer.
Mañana, algo de otra cosa, a ser posible
políticamente incorrecta.
buen apunte
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