BREVERISMOS. 21 de ENERO de 2013

Comienza una semana más con borrascas amenazantes y frío (ya nos amenaza con males inimaginables hasta el Hombre del Tiempo) que deberéis afrontar con alegría pues cabrearos no os servirá de nada. Y os lo digo por experiencia, porque después de todo lo leído en la prensa acerca de las ramificaciones del Caso Gürtel y los tejemanejes de don Bárcenas que ha publicado el diario El Mundo, me ha entrado una desesperación… más o menos como esta.

Pero como no tendremos más remedio que seguir adelante, ahí van los tres Breverismos de este frío y ventoso lunes.

Recomendación de hoy: Lo siento por los que viváis en Barcelona o hayáis estado de paso por esa estupenda ciudad, pero no pude publicar antes referencia de la exposición del poeta y artista catalán Joan Brossa en la Galería Carles Taché, Consell de Cent, 290. Lo siento, pero probablemente os hayáis perdido una expo original, surrealista y sorprendente. Al menos siempre tenéis a mano el maravilloso Museu Picasso.

A cambio, os ofrezco la obra de Brossa Elegía al Che, para mitigar el error. Observadla atentamente porque está bien claro lo que quiere decir con tres letras.

Sin embargo a esta expo en Madrid sí que llegaréis a tiempo ya que estará abierta hasta el 22 de marzo: el mundo erótico y  siempre sorprendente del pintor holandés Pat Andrea. En la galería Benveniste Contemporany, calle Nicolás Morales, 37. Ya os anticipé su obra al recomendaros, hace ya unos cuantos días el libro Las Flores del Mal, puesto que los poemas de Charles Baudelaire iban ilustrados por Pat Andrea.

 Noticia y reflexión: Los despropósitos del Ministro de Educación, señor Wert, son tantos y de tal calibre que empiezo a pensar que es un agente provocador de la oposición (¿Hay oposición?). Tras una larga entrevista publicada en El País, el incisivo, siempre brillante y admirado Manuel Rodriguez Rivero, en su sección Sillón de orejas del sábado 12 de enero, nos dice lo siguiente, que yo, como inveterado lector y amante del olor de las bibliotecas y del ruido de las páginas al pasar, suscribo:

Este chico… no sé qué vamos a hacer con él.

Comentario: A ver qué comento yo ahora, después de todo lo dicho. Ah, sí... quiero ofrecerme al señor Bárcenas para prestarle unos eurillos, por si los necesita para la fianza. Perdonad el disparate, queridos seguidores, pero es que mis padres me inculcaron el amor al pájaro... perdón, al prójimo.