-¿Pero usted ha visto el programa? -me pregunta la presentadora, una mujer en el declive de su vida que se cree genial periodista.
-¡No, por Dios!
-Entonces, qué habla.
-Niño, no te toques que Dios te ve.
Y claro, yo me tocaba, pero con un miedo...
Pero ahora resulta que no era Dios, sino el Gran Hermano, ese que todo lo lee y escucha.
Y aquí tenemos el Ojo que Todo lo Ve, el moderno ojo de Dios que me vigila, que te vigila, que nos vigila. Dios representado en lo que más ambicionamos -sí, no disimules- en el dinero y en concreto, en el dólar.
La leyenda el latín alrededor del ojo vigilante lo dice bien claro:
ANNUIT COEPTIS NOVUS ORDO SECLORUM o lo que es lo mismo: se anuncia un nuevo orden mundial. Que ahí lo tienes, en el reverso del dólar, a la izquierda, y bien ampliado encima de este texto.
Ahora se ha destapado la noticia que todos sabíamos: que los USA nos vigilan. Así que cuidado con escribir determinadas palabras -unos cuantos cientos- porque al instante son captadas por los super ordenadores de quien tú y to sabemos... y ya estás fichado como potencial de lo que sea.
Sé prudente, y cuando te refieras a esa agencia de espionaje americana, ya sabes, haz como yo y no escribas CIA, porque inmediatamente estás fichado. Tampoco escribas FBI, que yo nunca lo escribo (vaya, se me ha escapado), ni la palabra bomba ni terrorista ni... en fin cualquier palabra susceptible de ser fichada. Dentro de poco no podremos escribir culo, caca, pedo... ya que el ojo que todo lo ve lo leerá al instante y estaremos inmediatamente fichados.
Qué tiempos aquellos en que las cartas se escribían a mano, tardaban una semana en llegar y solamente las leía la persona a quien iban dirigidas.
Este señor se llama Edward Snowden y es el que ha levantado la liebre que nosotros ya teníamos levantada hace mucho tiempo. Es un joven espía que se ha cabreado con sus jefes y ha revelado el programa de espionaje masivo por parte de las dos agencias citadas (que quede claro que no me atrevo a escribir CIA y FBI).
El señor Obama, que nos ha salido rana, dice que sí, que nos espían... pero que lo hacen por nuestro bien, para protegernos del terrorismo ya que los terroristas se escudan en la libertad de expresión y en la democracia para actuar como Pedro por su casa, (en inglés: as Peter owned the house).
Ya sabéis, estamos desprotegidos ante un derecho fundamental tan simple como la privacidad, no solo en lo que escribamos en internet, sino también en lo que hablemos por teléfono, sobre todo por el móvil. Pero claro, es por nuestro bien.
A ver si encima tenemos que dar las gracias.
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IMAGEN
La fe es creer lo que no vimos -dijo el director de la CIA-. Pero ahora, con
Internet, que lo vemos todo…
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REBUZNOS GLOBALIZADOS
Sus rebuznos se globalizaron a través de Internet.
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BUSCADO
Los servicios secretos encontraron al terrorista más buscado en cuanto se pusieron a buscarlo.
Como no podía ser menos hoy recomiendo una gran película, una de las primeras del gran Francis Ford Coppola: La Conversación.
Interpretada por el siempre eficaz Gene Hackman se estrenó en 1974 y fue premiada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes de ese año.
Si la habéis visto ya como imagino, es un buen momento, por su actualidad, para volver a verla, aunque los métodos de espionaje de 1974 sean de la Edad de Piedra comparados con los de hoy.
En fin, ojito con lo que escribís y habláis, sed prudentes como yo, que nunca escribo en internet las palabras CIA, FBI, terrorista...
Qué cosas, que diría mi tía Hortensia.
En fin...
Los disidentes de la antigua Unión Soviética tenían un pequeño breviario que hoy se puede aplicar a muchos sitios y que decía :
ResponderEliminarNo pienses;
si piensas no hables;
si hablas, no escribas;
si escribes, no firmes;
si firmas, no te sorprendas.
¡¡ Así que Quino ya sabes no te sorprendas ¡¡
Me han dicho que tu dossier lo han tenido que cambiar de balda porque la estaba curvando.
Con lo que tú has largado por esa boquita, o por ese teclado, que lo mismo da. Estás más fichado que Messi, amigo Quino
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