Esta mañana, después de ver la salida de la Fórmula 1 y de ver también como Alonso quedaba fuera de combate en la primera vuelta, me he encontrado en un cajón una foto que me hizo monsieur Louis Daguerre en París, allá por 1838. Y la verdad es que me ha dado un pálpito al verme tan joven y circunspecto.
Yo soy el de la izquierda, en el estudio
fotográfico en el que trabajaba, haciéndole una foto –entonces se decía un
retrato- a alguien cuyo nombre no recuerdo (comprendedlo: han pasado 175 años).
A su vez, y mientras yo retrataba a ese señor, monsieur Daguerre nos retrataba
a nosotros.
Esta es una imagen de Louis Daguerre, de fecha
posterior a la anterior, cuando ya era conocido y respetado como el gran primer
fotógrafo que daría su nombre a todas las primeras imágenes de la Historia de la Fotografía , pues por
eso llevan el nombre de daguerrotipos.
Y
ya que hablamos de Historia esta de abajo está considerada como la primera
fotografía.
Se trata de una vista del Boulevard du Temple,
a las 8 de la mañana, desde la ventana de nuestro estudio. En realidad la foto
la hice yo porque a mi jefe le temblaba un poco el pulso.
En
aquella época no nos atrevíamos a hacer retratos a personas, porque al menos
movimiento –aunque fuera un parpadeo- el modelo salía movido. Para hacerme la foto que habéis visto en primer lugar, el señor
al que yo finjo retratar y yo mismo tuvimos que estar 20 minutos quietos, casi sin respirar, disecados. Era la
única manera de que salieran nítidas... y aún así teníamos que repetirlas tres o cuatro
veces.
Por eso al principio solo hacíamos vistas de la ciudad o paisajes sin gente. O las llamadas naturalezas muertas, que al estar muertas, como es obvio, no se movían. Como esta de arriba, que quizá sea la primera foto de verdad, que con el tiempo que ha pasado, ya no me acuerdo.
Unos
cuantos años después, cuando perfeccionamos la técnica ya hicimos retratos,
preferentemente escenas familiares.
Pero siempre había un nene que estropeaba la foto al moverse, aunque fuera levemente. Y siempre en el último momento, como el de la foto, que ha salido con la cara movida.
El 7
de enero de 1839 Daguerre presentó su invento en la Academia de Ciencias de
París. Y a partir de esta fecha llegó la gloria y la inmortalidad para mi jefe. Pero
lo cierto es que si Daguerre inventó el daguerrotipo, yo inventé el Quinotipo
Erótico. Porque lo cierto es que el daguerrotipo tierno y familiar no daba dinero. Así que procuré sacar un extra aprovechándome de las debilidades masculinas, esas que acechan agazapadas en la entrepierna.
Convencí a dos vecinas mías, Alsacia y Lorena, que vivían
puerta con puerta, para que se desnudaran cosa que, para mi sorpresa, hicieron
al instante. Y consiguiendo el imposible de que se quedaran quietas
durante 15 minutos -eran muy traviesas- conseguí el primer quinotipo erótico... sin que saliera
movido.
Esta otra imagen -muy artística, tenéis que reconocer- es de Mimí Lafontaine, una amiga de
Orleans. Muy buena chica, por cierto, que la imagen no os confunda. Era
virtuosa, devota de misa diaria, tenía amadrinados a varios negritos de Congo y
era amiga de hacer favores, como una prima suya residente en Calatayud, España, de cuyo nombre no me acuerdo.
También yo fui el inventor del disparo automático. Y aquí
estoy probándolo en un quinotipo con
Mimí, en una pose fraternal y cariñosa, que como tal deben verla. Que hay mucha
gente por ahí maliciosa que en seguida piensa mal cuando ve escenas así. Mimí me
está contando al oído cómo prepara la próxima campaña de navidad para llevar
juguetes a los niños pobres de los arrabales de París.
Breverismos fotográficos
744)
CÓMO HEMOS CAMBIADO
Ayer vi dos fotografías del glaciar noruego
Blomstrandbreen: una tomada en 1918 y otra en 2002. El cambio a peor era tan
espectacular que no parecía el mismo. Y ayer también vi una fotografía mía
tomada en 1968 y…
2477) INMORTALIZAR
Echaron al
fotógrafo a patadas del velatorio porque pidió permiso para inmortalizar al
muerto… y además, con las prisas, le salió movido.
5030) FOTOS
ABSTRACTAS
El fotógrafo con
parkinson hacía fotos abstractas.
Recomendación
de hoy
Aunque hay muchas películas con temática de fotógrafos o fotografía de por medio, he elegido dos para vosotros: Blow up y El ojo público.
Estrenada en el año 1966 y dirigida por el intenso y sobrevalorado Michelangelo Antonioni Blow up arrasó en los
cines de nuestra -en aquella época- cutre España amordazada por la rígida
censura. Ganó la Palma
de Oro del Festival de Cannes de 1966. Blow
up significa el ruido del estallido de una burbuja, pero en jerga fotográfica
se llama así a una gran ampliación durante el revelado de una foto… cuando las
fotos se revelaban en un laboratorio, o sea, ayer mismo.
La segunda peli es El
ojo público protagonizada por el gran Joe
Pesci, siempre en su papel de cínico medio sádico medio asesino –a recordar
sus espléndidos papeles en las películas de Scorsese. Dirigida por Howard
Franklin y estrenada en 1992 está inspirada en un personaje real de las crónicas
de sucesos en Nueva York: el fotógrafo Leon Bernstein, que siempre
llagaba el primero al lugar de la tragedia. Algunas de las fotografías que se
muestran en la película son suyas.
Ambas película están reeditadas en CD.
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