Hoy, a pesar de que le he jurado a Angelina Jolie que me llamo José y que por
ser mi santo pues eso, me ha dicho, una vez más, que no. Así que me he entretenido
viendo unas paginillas porno y releyendo un libro que en su día me interesó
mucho y que –a ver qué remedio- hoy me consoló en mi decepción.
Y es
que desde que está con Brad Pitt ya ni me mira, y eso que vivo enfrente, y
coincidimos en el supermercado, y que además he cambiado de peinado, a ver si
así…
Oye, pues nada… así que, como os decía estoy
releyendo un libro apasionante para aquellos a quienes guste la Historia antigua y la
arqueología. Me refiero a Dioses, tumbas
y sabios, escrito por el alemán C.
W. Ceram.
Publicado en 1949 fue el primer gran libro de divulgación pura que
acercó al público el mundo antiguo de forma sencilla y amena, sin perder la
erudición que de él se esperaba. Estoy seguro de que se siguen haciendo
ediciones y, además, acabo de ver en Internet que se puede descargar gratis,
que algo es algo.
Esta es la portada de la primera edición
española. Esta obra se divide en cuatro partes, dedicadas a Grecia, Egipto,
Mesopotamia y las civilizaciones precolombinas, haciendo hincapié en las
excavaciones arqueológicas.
Me
interesó especialmente la parte dedicada al descubrimiento de Troya por parte
del alemán Heinrich Schliemann.
Schliemann fue un millonario prusiano
obsesionado con el mundo griego antiguo desde que, de pequeño, se sumergió en
la lectura de la Iliada y la Odisea.
Provisto una inteligencia extraordinaria a los 33 años ya era
rico y dominaba 15 idiomas, entre ellos el griego, que estudió especialmente
con la intención de dedicarse a la arqueología.
Ya establecido en Grecia se divorció de su
mujer alemana y, a los 56 años se casó con una griega de 16 (tonto que era) que acabaría siendo
imprescindible ayudante en su búsqueda.
En
el año 1870 comenzó a excavar en Hisarlik, Turquía, en el lugar que según los
indicios históricos y literarios se podría encontrar la ciudad de Troya. Y la
encontró en 1873, junto gran cantidad de objetos y joyas de oro al que llamó El
Tesoro de Príamo.
En esta imagen aparece Sophia, la mujer de Schliemann, luciendo
las joyas encontradas, imagen que ha pasado a la Historia de la Arqueología.
Esta fotografía muestra, in situ, el Tesoro de Príamo, nada más ser
extraído, con parte de los objetos de oro y joyas encontrados.
Breverismos troyanos
3421) HISTORIA
Al escribir la
historia de la caída de Troya Homero se inventó gran parte del relato,
quitando crueldad y tragedia… y añadiendo una apasionada historia de amor. Y así todo resultó mucho
más humano.
3910) TROYA
Las ruinas de Troya
estaban tan ruinosas cuando las descubrió Schliemann que el gobierno turco las organizó al gusto
de los turistas, es decir, ruinas que no estuvieran muy ruinosas, junto a una
reproducción de plástico del célebre caballo que relinchaba cuando le echabas
un euro por el culo.
4549) CABALLO DE TROYA
Estuvo oculto
durante tanto tiempo dentro del Caballo de Troya que, cuando al fin salió, el
guerrero relinchaba, daba coces y andaba a cuatro patas. La bella Elena se negó
a huir montada en aquel ser que no era ni hombre ni caballo ni centauro y que
además, lo dejaba todo perdido de estiércol.
Recomendación
de hoy
Además del libro citado y dentro del tema tratado hoy,
recomiendo dos películas. La primera es espectacular en su imagen y tratamiento
y se titula 300. Estrenada en 2007 y
dirigida por Zack Snyder relata la
historia del rey de Esparta Leónidas en su lucha contra Jerjes, el rey persa.
Impactante y sorprendente.
Ahí va un trailer de dos minutillos.
Y este es el cartel de la peli.
La segunda película es la archiconocida Troya que no debería molestarme en
recomendar puesto que ya la habréis visto todos.
Dirigida en
2004 por Wolgang Petersen cuenta la
historia de Hector, Aquiles y Paris en la caída de la ciudad de Troya, con un
increíble –de no creíble- Aquiles-Supermán interpretado por Brad Pitt, que luce
cuerpo serrano. Con el añadido de una historieta semisutil homoerótica-mariconil entre
Aquiles y Patroclo que, para disimular, el guionista los convierte en primos.
Interesante
nada más que por la ambientación (edificios, ropajes, armaduras, armas…) pero
exagerada en su tratamiento de trucos digitales. En tres palabras y una cifra: me quedo con
300.
Mañana más.
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