-Y nosotros, ¿qué?
-Pero… ¿Quienes son ustedes?
-Arquímedes y Aristóteles, griegos de pro. Y le preguntamos, ¿cómo
es que ha hablado en su blog de la ruina de Portugal, cuando nosotros estamos
mucho peor?
-Nosotros, ¿quiénes?
-Pues nosotros, los griegos. Vamos, déjese de tonterías y hable de
Grecia, que nos lo merecemos.
Cuando me desperté aún
resonaban en mis oídos las palabras de Arquímedes
y Aristóteles, que eran quienes se
me habían aparecido en sueños. Así que tomé el primer avión a Grecia, y aquí me
encuentro hoy, en Atenas, a los pies de la Acrópolis y en concreto en el barrio de Plaka. Y desde la ventana de
mi cuarto veo el Partenón.
Las pancartas de protesta por los recortes que
asfixian al pueblo griego, dicen: Abajo con la dictadura de los monopolios de la Unión Europea.
Pero…
esperad un momento, que oigo jaleo en la calle.
Al asomarme a la ventana vi que en momento
pasaba esta manifestación. Sin dudarlo, bajé a la calle… y me encontré con la
sorpresa de que en la cabecera estaban el matemático y el filósofo con los que
había soñado, enarbolando banderas de Grecia. Así que me puse en marcha con
ellos.
Durante el recorrido de la marcha mis
compañeros me hablaron de lo grande que su país había sido en el pasado, de
todo lo que había aportado al mundo.
Arquímedes de Siracusa, el matemático, astrónomo, físico e ingeniero, el
gran científico de la
Antigüedad , agitando al viento su bandera, me dijo:
-Ahora que los griegos estamos pasando apuros
el resto del mundo no debe olvidar todo lo que nos debe. Empezando por la democracia, de la
que muchos gobiernos se olvidan. Además de las matemáticas y la física, que es
lo mío.
A lo que Aristóteles, el gran filósofo, añadió:
-Y la
filosofía, eh, no te olvides de la filosofía.
-Sí, hombre, sí. Y la filosofía… y tantas
cosas que la lista sería muy larga. Sobre todo la lista de las palabras que
provienen del griego y que ustedes utilizan actualmente,
-Pues enumere alguna –le animé yo.
-Muy bien, pero antes quiero decirle que
Roma tomó prestados muchísimos términos de nuestra lengua, y así, del latín,
llegaron hasta ustedes.
-Palabras como cardiólogo, esqueleto,
geografía, cosmonauta, psiquiatra, oftalmólogo, filosofía, teatro, tragedia,
comedia, biología… -dijo Aristóteles.
-Sí –intervino de nuevo Arquímedes –Y
también agronomía, agricultura, anfibio, aritmética, arqueología, atmósfera,
automóvil, biblioteca, cronómetro, epílogo, epidermis…
-Afónico –dijo en voz baja un joven que caminaba a
muestro lado.
-Eso es, también el término afónico –dijo
Arquímedes.
-No,
si quiero decir que estoy afónico de tanto gritar en las manifestaciones
–añadió el joven.
-¡¡Artritis!! –gritó una anciana que nos
estaba escuchando, levantando una mano un tanto deformada.
-¡¡Hemorroides!! –gritó otro señor, que
además se enfadó porque provocó la risa de Aristóteles.
Y todos los que formaban la manifestación
se unieron a los dos sabios gritando palabras griegas que eran las nosotros
utilizamos. Así, todos empezaron a gritar:
-¡Termómetro!
¡Hemorragia!
¡Dinámico!
¡Anemia!
¡Prostíbulo!
¡Microscopio!
¡Átomo y zoología!
¡Taquicardia, pediatría y neumonía!
¡Televisión!
-¿La televisión la inventaron ustedes?
–pregunté, asombrado.
-No, hombre, no, solamente la palabra. La
televisión la inventó un escocés en 1925, un tal John Logie Baird.
-¡Y también inventamos la palabra náusea,
que es lo que me da a mí cada vez que veo a la Merkel por televisión!
–gritó el arruinado dueño de una pescadería que acababa de cerrar su negocio.
En ese momento la policía nos salió al
paso.
Pero,
desconcertados ante unos gritos y consignas que no esperaban, se apartaron sin
saber muy bien qué hacer.
Hasta que un manifestante gritó:
-¡¡Paquidermo!!
Y un sargento
que estaba muy gordo, se dio por aludido y quiso cargar contra el que había
gritado, pero sus compañeros, disimulando la risa, lo contuvieron.
-Lo ve, otra palabra griega, ¿qué le
parece? ¿Quiere que siga con la lista? Como verá no podemos olvidar lo que Grecia ha representado
para Europa. Cuando el pueblo centroeuropeo de la señora Merkel vivía en cuevas,
ladraba en lugar de hablar y apenas si había descubierto el fuego Grecia era el
país de la Ciencia ,
la Cultura y
el Arte. Grecia ha sido la madre de Europa, el pueblo del que ha salido todo lo
que sois, todo lo que somos.
-Pero ahora le toca a
usted. A ver, díganos los Breverismos de hoy, pero que sean filosóficos, eh
–dijo Aristóteles.
-Muy bien, vamos allá
–contesté:
Breverismos filosóficos:
2105) FILOSOFÍA BARATA
Aristóteles,
recién resucitado en el siglo XXI, se indignó al ver que vendían en un quiosco
de prensa la Historia de la Filosofía por sólo 5 euros.
2758)
CIENCIA Y RELIGIÓN
-La Ciencia y la Religión buscan la Verdad -dijo Arquímedes, y
añadió: -Pero solo l a Ciencia
la encuentra, porque busca la Verdad de verdad y no engaña a nadie.
4086) RACIOCINIO
En vista de que
la razón no era suficiente para defender sus ideas, el filósofo esgrimió un bate de béisbol… eso
sí, con raciocinio.
Así, una
vez terminada la manifestación, fuimos a casa de Mikis Theodorakis, que acababa de llegar de Canadá con su amigo
Zorba, el griego, del Festival Griego de Otawa. Y nos regaló este vídeo que
ahora os ofrezco...
Ahí van 8 minutos de alegría popular griega transplantada a Canadá.
Ya de vuelta a casa, Aristóteles, guiñándome un ojo, le
dijo a Arquímedes: -Anda, cuéntale a este español lo de la bañera.
-Ya empezamos –dijo Arquímedes, visiblemente molesto -Pues
sí, ¿qué pasa? Estaba en la bañera cuando encontré la solución a un problema
muy complicado que otro día explicaré, que este blog está quedando muy largo.
-Lo que pasa es
que no quiere hablar de ello porque le da vergüenza haber pasado a la Historia por haber salido
de la bañera en pelotas gritando εὕρηκα, que quiere decir: ¡lo encontré!
-También dije esta frase δῶς μοι πᾶ στῶ καὶ τὰν γᾶν κινάσω (dadme un punto de apoyo y moveré el mundo) y de eso no se acuerda casi nadie.
Tuve que separarlos porque casi llegan a las manos. Menos mal que los convencí para que fuéramos a cenar al Minotauro, un restaurante barato del barrio de Plaka, que yo invitaba.
Después de todo lo dicho, solo me queda añadir:
¡¡VIVA GRECIA!!
Mañana, queridos seguidores, os juro, pero os juro de verdad, que el blogdiario será mucho más corto, que cada vez me domina más la grafomanía (palabra griega, por otra parte).
Recién apuntado como seguidor. Están muy bien los breverismos y todo lo que escribes alrededor. Te recomendaré a un par de amigos tan locos como yo.
ResponderEliminarSeguramente es el brevísimo más largo que he leído...
ResponderEliminarPues a los Breverismos largos, que tengo unos cuantos -tampoco tantos- bien podríamos llamarlos Largorismos. Y sé bienvenido Antón Alonso, loco confeso y por lo tanto inteligente y cuerdo, seguro.
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