En estas fechas siempre ha habido una batalla
–en realidad promovida por la
Publicidad y los Grandes Almacenes- entre dos tradiciones,
una muy antigua y otra más moderna, que separa a su vez dos creencias
religiosas como son católicos y protestantes. Me refiero a elegir entre Los Reyes Magos y Papa Noel.
Este
blog va a estar dedicado a los Reyes Magos, esos seres míticos que provocaban
que, a la espera de recibir los regalos
pedidos en la noche del cinco de enero, no pudieras dormir, atento a la espera,
aunque finalmente el sueño siempre te venciera… Para encontrar al despertarte
con todo lo que habías pedido en tu carta… más o menos.
Los Magos de
Oriente, a lomos de camellos, viajaron a Belén para ofrecer a Jesús recién nacido
oro, incienso y mirra. Los Evangelios hablan de solamente de Magos, ya que no
dicen que fueran reyes, ni sus nombres ni que fueran tres. Estos datos se
fueron añadiendo al imaginario popular a través de los siglos.
El Evangelio de Mateo es el único que hace
referencia a la presencia de unos magos que siguiendo el camino indicado por
una estrella buscan al recién nacido rey de los judíos nacido en Belén.
Interpretaciones
posteriores sitúan el punto de partida de su viaje en Oriente: en Persia,
Babilonia y Asia. Hasta que se estableció que, para que todo fuera
políticamente correcto, fueran de los tres continentes conocidos: Europa, Asia
y África.
Y así lo creímos hasta que el jubilado Papa Benedicto XVI, en su libro “La infancia de Jesús” dijo que lo más
probable es que fueran de Tartessos, región que los historiadores sitúan entre
Huelva, Cadiz y Sevilla, o sea... ¡¡andaluces!!
Respecto a sus
nombres la primera referencia aparece en el siglo V donde los citan como Melkon, Gaspard y Balthassar que, con el andar de los siglos, quedarían en como los conocemos hoy.
Así aparecen
ya en una de las representaciones más antiguas, en los mosaicos de San Apolinar Nuevo
de Rávena, del siglo V, ya siendo tres y con sus regalos en las manos. Y como
la magia propiamente dicha estaba prohibida y perseguida, la Iglesia se apresuró a
puntualizar que se los consideraba magos solamente como adoradores de Dios.
A partir de
entonces el arte lo convirtió en tema de sus cuadros, del que muestro la
conocida Adoración de los Reyes de Velázquez. Y hasta hoy hemos llegado ya que
ahora, en manos de los ayuntamientos y los Grandes Almacenes aparecen de muy
diversas formas, pero siempre exageradamente ornados, que no me los imagino yo
viajando a chepa de camello o dromedario vestidos así.
De todas
formas son los padres los que empujan a los niños a creer en esta entrañable
superstición, aunque yo les aconsejo que estén vigilantes con sus
hijos, que hay mucho desgarramantas por hay disfrazado de rey mago.
Pero vamos a dejarnos de historias porque en el fondo lo
que estamos deseando es que nos regalen cualquier cosa.
Breverismos
1376) SEIS DE ENERO
El 6 de enero el niño republicano les pidió a los Reyes que
se fueran.
1552) NIÑOS FRUSTRADOS
465 niños,
frustrados porque las navidades pasadas no recibieron la bicicleta que habían
pedido, quedaron a través de Internet y le dieron una soberana paliza a los
Reyes Magos que estaban en la puerta de los grandes almacenes.
1553) REY MAGO SUECO
Acusaron a Melchor y Gaspar de
racistas por despedir al Rey Baltasar y contratar en su lugar a un Rey Mago
sueco: blanco, rubio y con los ojos azules.
El
lunes lo dedicaremos a Papá Noel. Por mi parte pediré a los Reyes Magos un
despertador, que hoy me he dormido.
Eran de Tartessos, sí; exactamente de Lepe. Saludos.
ResponderEliminarAhora me explico su salero... y el que me no me trajeran durante mi infancia los escasos regalos que les pedía. Abrazos, muchos.
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