Como un desconocido Anónimo y un par de
seguidores me han pedido vehementemente que publique algún cuento más, y el
susodicho Anónimo hacía referencia al cuento que ya había fragmentado en tres
partes para no abrumaros con sus 35 páginas, pues ahí va la Primera Parte. Se trata del
cuento titulado La venganza de San
Marcos.
Pero
antes, hablaremos un rato del Valle de
los Caídos, escenario de gran parte de la historia… aunque sea lugar
conocido y olvidable para vosotros.
El Valle de los Caídos
es un mamotreto, una inmensa mastaba, un desproporcionado mausoleo que el
general Franco mandó construir en el municipio de San Lorenzo de El Escorial,
en la Comunidad
de Madrid. Las obras se desarrollaron entre 1940 y 1958. Y a pesar de que en el
decreto fundacional se decía que “serviría para perpetuar la memoria de los
caídos en nuestra gloriosa cruzada” en realidad se construyo tan desmesurado
disparate con la finalidad de que fuera el megapanteón del general, del
fundador de Falange Española y de 33.782 combatientes de ambos lados caídos en
la guerra civil, eso si, estos últimos enterrados a montones.
Sus
arquitectos fueron Pedro Muguruza y Diego Méndez, si bien la imagen
característica fue obra del escultor extremeño Juan de Ávalos (todos ellos personajes del cuento). Se ahuecó una
montaña llamada el Risco de la
Nava para construir en su interior una gigantesca
basílica-mausoleo, sobre la que se levantó “la más grande cruz de la
cristiandad”, de 150
metros de altura, visible a 40 km de distancia.
Y a los pies de la
cruz se asentaron los cuatro evangelistas: San Mateo, San Marcos, San Lucas y
San Juan… siendo San Marcos el protagonista del cuento, que es el que
aparece en la foto de arriba de este texto, montado sobre un león y con un gran libro en sus manos. Para que os hagáis idea del
desmesurado tamaño de las figuras (quien no lo haya visitado) publico esta foto
de Juan de Ávalos al lado de la cabeza de unos de los evangelistas, creo que la
de San Lucas).
Esta
es, a grandes rasgos, la información que quería adelantar con vistas a una
mejor lectura del cuento, escrito ya hace algunos años y fragmentado ahora en
tres partes para vosotros.
En
fin, espero que os interese. Y recordad que mañana jueves publicaré la segunda
parte y el viernes la tercera, para que tengáis lectura el fin de semana.
Breverismos guerreros
468)
LANCERO
Al perder el
lancero su lanza se convirtió en un ser cariñoso y amable... aunque ante las
mujeres amantes de lo militar perdiera gran parte de su atractivo.
523) GOLPE DE ESTADO
Dispuesto a
llevar hasta sus últimas consecuencias la desobediencia civil hacia las normas
de los militares tras el golpe de Estado –Creer, Obedecer, Combatir- el
ciudadano inteligente se encerró en su casa por descreído, desobediente y
pacifista.
534) HOMENAJE
Miles de
nostálgicos se reunieron una vez más en un homenaje a la bandera desechada, lo que
demuestra que cualquier tiempo pasado fue peor.
Mañana
segunda parte del cuento... junto a lo que sea.
Gracias por la primera parte del cuento, que promete, y por la explicación de ese valle de los caídos que yo no conocía.
ResponderEliminarAbrazos
Acabo de sacar el cuento por impreesora para leerlo esta tarde, en casita calentita, que por aquí no para de llover y hace un día asqueroso. Si me gusta que estoy segura de que si, se lo dejaré a unos amigos españoles que andán por aquí y que vamos por el mismon pub, que no todo van a ser pintas de cerveza.
ResponderEliminarConcha y compañía
Me muero de la envidia envidiosa que me dan estas chicas que ya lo han leído o lo van a hacer en breve.
ResponderEliminarPor increíble que parezca, me estoy pasando al bando de los no tengo tiempo y encima estoy contenida.
Hay que poner remido sin falta.
Tengo unas ganas de meterle mano.. al cuento claro.
Mil besos
Isabel
Me pasa lo que a mi querida Isabel -¡No tengo tiempo, no tengo tiempo! como tú decías- pero no dudes, amigo, que lo leeré en cuanto tenga las tres partes juntas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Martín
Leída y disfrutada la primera parte del cuento. Stop. Espero con ganas la segunda y la tercera. Stop.
ResponderEliminarUn abrazo