Hacer una semblanza de alguien a quien admiras
y quieres es difícil y emotivamente complicado… y mucho más en el caso de José Luis Sampedro. Para eso están los
periodistas, escritores, colegas de La Real
Academia Española, biógrafos y hasta exégetas.
Solamente
hablaré del hombre y de su obra literaria, ya que sus textos sobre economía no
los conozco. Es más, tengo el mismo problema que los señores De Guindos y
Montoro, es decir, que no sé absolutamente nada de economía.
El escritor, humanista y economista se convirtió en catedrático
de Estructura Económica de la Universidad
Complutense de Madrid, mientras ponía en marcha, con la lentitud
que imprime la inteligencia, su obra literaria. Obra que escribiría robándole
horas al descanso, fuera de su trabajo de economista. Alumnos suyos fueron,
entre otros economistas conocidos, tres que llegarían a ministros: Solchaga,
Boyer y Solbes… aunque llegar a ministro no sea garantía de preparación ni de
inteligencia, que ya se sabe que cuando la política se mete de por medio…
Breverismos
256) UNICEF 1. ESLOGAN
“¿Quién puede
comer y dormir tranquilo cuando 60.000
niños mueren de hambre cada día?”
Contento con el eslogan recién creado,
el alto funcionario de UNICEF cenó opíparamente y se fue a la cama con la conciencia tranquila..
1446) SUDÁN-SUECIA
Al niño sudanés
le dio mucha pena ver en televisión al niño sueco, desnutrido y lleno de
moscas, implorar ayuda con sus enormes ojos azules suplicantes. ¿O fue al
revés?
2826) DARFUR
Los refugiados
de Darfur agradecieron a la
UNESCO el envío de libros dentro del programa “Alimentar el
cuerpo y el espíritu”... pero rogaron que en el siguiente envío procuraran acordarse
más del cuerpo, que del espíritu ya se ocuparían ellos.
Hace ya muchos años que leí Octubre, octubre, la primera obra literaria con la que el sabio
prudente y alegre consiguió el éxito, eso tan escurridizo que tantos persiguen
y pocos alcanzan.
Aquella edición era la de portada azul y gris de
Alfaguara, que se publicó en 1981. Y desde entonces no ha dejado de
reimprimirse.
Con su segunda novela, titulada La
sonrisa etrusca, logró un éxito aún mayor. Publicada en 1985, La sonrisa etrusca puso a nuestro alcance emociones y
sentimientos, con una sencillez tal, que se instalaron para siempre en el
corazón de nuestra memoria, el lugar en el que se queda el puñado de obras
destinadas a vivir para siempre con nosotros.
En 1990 fue nombrado miembro de la Real Academia Española, donde
sorprendió con su heterodoxo discurso sobre la tolerancia y el amor a la vida, y
dejando bien clara su postura, por otra parte ya conocida por todos: Solo los
ingenuos y algún Premio Nobel de Economía se creen que nuestro mercado encarna
la libertad de elegir, olvidando algo tan obvio como que sin dinero no es
posible elegir nada.
Y reafirmando su opinión inamovible de que la economía, para ser justa, tiene que velar por los intereses de los más pobres.
Palabras que añadiría a su prólogo del panfleto de 32 páginas que llevaba el título de ¡Indignaos!, del alemán Stéphan Hessel. Y no deja de tener gracia que dos ancianos, nacidos ambos en 1917, y que entre los dos sumaban 188 años de vida lúcida y comprometida, fueran los que provocaran el disparo de salida del Movimiento 15-M.
El 15 de marzo de 2011 los “indignados” salieron a la
calle en Madrid, provocando el contagio solidario en muchas ciudades, no solo
de nuestro país, sino de todo el mundo. El llamado 15-M provocó que, por
primera vez en muchos años, surgiera un movimiento ciudadano que inquietó a los
poderosos, con consecuencias que –a pesar de los agoreros- se ven cada día y
cuyos resultados aún están por llegar. A pesar de que la derecha montaraz,
ignorante e intransigente siga diciendo que eran cuatro gatos desarraigados,
perroflautas y vagos (y la respuesta es: puede ser, pero no eran ni políticos chorizos ni banqueros ladrones... y puestos a elegir).
Puerta
del Sol de Madrid, mes de marzo de 2011
Puerta
del Sol de Madrid, mes de marzo de 2011
El Roto,
con su agudeza habitual, nos ofreció su versión.
Sampedro, hablando
de su niñez en Tánger, donde vivió con su familia hasta los 13 años, decía que
aquella ciudad era un mundo como debería ser la tierra entera. Los chicos llegábamos al colegio con
diversas lenguas maternas, comprábamos golosinas con monedas diferentes,
celebrábamos varias fiestas nacionales e incluso nuestro descanso semanal se
repartía entre los días sagrados de tres religiones. Toda una lección de
tolerancia e inteligencia… que tanto nos falta últimamente.
El Consejo de
Ministros de 12 de noviembre de 2010 le otorgó la Orden de las Artes y las
Letras de España (me imagino a De Guindos y Montoro removiéndose inquietos en
sus asientos) por su sobresaliente
trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su
tiempo. Vaya tupé, que diría un castizo, cuando en el fondo le odiaban
porque le temían.
En fin, lo dicho José Luis, seguiremos hablando y
riéndonos de las estupideces que dicen los economistas al servicio de los
gobiernos. Y no olvidaré una frase tuya, ya que la he convertido en mi
preferida: “el tiempo no es oro, porque el oro no vale nada… el tiempo es vida”.
Me parece, amigo Quino, que con Sampedro no van a cortar la Gran Vía para pasear al féretro. Muy bueno el breverismo de DARFUR. Tal vez si los libros que les enviaron fueran del que nos deja...
ResponderEliminarY lástima que no se pasara por el Rincón del Gato
Ya veo que sigues en la barricada, querido amigo. No he leído a Sampedro, pero ahora lo haré. Y ya quisiera yo tener un amigo como tú que hablara así de mí cuando muera. No cambies, aunque te llamen perroflauta.
ResponderEliminarCarla
No hay derecho que se muera un hombre así mientras queda tanto imbécil. Me has emocionado, tío
ResponderEliminarEstá muy bien el chiste de El Roto, pero son más contundentes tus breverismos. bsosss
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