El blog
de hoy lo voy a dedicar a celebrar el éxito de dos escritores que acaban de
obtener dos grandes premios literarios. A ambos leo y admiro desde hace mucho
tiempo, y son una canadiense y un español: Alice
Munro y Antonio Muñoz Molina.
La escritora canadiense ha sido
galardonada con el Premio Nobel de literatura de 2013 y el español con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, también de 2013. Así que
muchas y entusiastas enhorabuenas a los dos, que se lo merecen.
Como decía más arriba Alice Munro es la flamante Premio
Nobel de Literatura de este año. La canadiense ha logrado el premio gracias a
una obra sencilla, callada, escrita en la mesa de camilla del cuarto de
estar de su casa, lejos de alharacas y ruidos, y sin ambicionar, a los 82 años,
premio alguno. Y quizás por esta razón le han otorgado el más importante de
todos. Escribe, fundamentalmente, relatos y está considerada como una de las
grandes escritoras en lengua inglesa.
Se
decantó por los cuentos y relatos cortos aprovechando el poco tiempo que le
dejaban sus tres hijos, la típica historia de la mujer escritora, que de esos
casos sabemos unos cuantos… mientras los hombres están en su limbo esperando la
llegada de las musas (esto les va a encantar a mis amigas feministas, que las
tengo). Encontró en
Ontario, sin salir de su casa, todos los mundos que necesitaba para escribir
desgarrados, intensos y generosos relatos que se adentran en el mundo femenino como el
explorador lo hace en la selva. La crítica internacional la empareja, de igual a igual, con el gran Chejov.
De entre sus libros de relatos recomiendo el
titulado El amor de una mujer generosa,
editado en España por RBA.
A
Alice Munro la honraron en el año 2005 con el título de Duquesa de Ontario, que iba unido al Premio
Reino de Redonda, establecido por mi
amigo Javier Marías en el año 2001.
Hay que reconocer que Javier tiene muy buen ojo para estas cosas, ya que se
adelantó ocho años a los señores de la Academia sueca, gracias a su olfato para
reconocer la calidad literaria.
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En cuanto a Antonio Muñoz Molina (1956) mi alegría es aún mucho mayor ya que me
es más cercano, no solo geográficamente (que Úbeda está aquí al lado en
comparación con Canadá) sino también en temas.
Además de sus libros leo todos
los sábados su página en Babelia, el suplemento cultural de El País (que como
suplemento cultural no me gusta nada, como tampoco me gusta su extra del
domingo). Parece mentira que este periódico no se dé cuenta de que estos dos
suplementos son dos bodrios, por mucho que hayan querido arreglar el del
domingo: cambiando el continente pero no el contenido, que es lo importante, pues entre moda, cocina y frivolidades se comen medio suplemento.
Afortunadamente ambos extras se salvan con la intervención de dos grandes escritores: el sábado Muñoz
Molina y el domingo Javier Marías.
Muñoz
Molina pisó fuerte desde su primera obra, Beatus
Ille, allá por 1986. Pero el reconocimiento le llegó al año siguiente al llevarse el Premio de la
Crítica y el Nacional de Narrativa por su obra El invierno en Lisboa, donde narra su
pasión por el jazz en la maravillosa ciudad portuguesa que tan bien conozco. Novela que recomiendo vivamente.
Con
El jinete Polaco obtuvo el Premio
Planeta en 1991 y de nuevo el Nacional de Narrativa. De su novela Beltenebros, publicada en 1989 Pilar Miró rodaría una buena película en 1991.
Y ahora, como colofón a su carrera, y como decía al principio de este blog, le han otorgado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras de este año. Su discurso de aceptación del premio ha versado sobre el oficio de escritor, con alto contenido crítico. Dijo que es difícil disfrutar del trabajo en un país en el que tanto millones de personas carecen angustiosamente de él. Y que "es casi frívolo divagar sobre el éxito en literatura en un país donde los que trabajan ven menguados sus salarios mientras que los pudientes aumentan obscenamente sus beneficios, lo que debería llevarnos a reflexionar urgentemente sobre nuestros errores".
Antonio: tienes mi aplauso y mi respeto.
Quiero terminar recomendando una obra suya titulada Sefarad, que está a medio camino entre la narración y el ensayo. Son una serie de historias que giran alrededor del tema que os podéis imaginar viendo la portada. Sin olvidar la pista de que Sefarad es la España de los judíos sefarditas, a los que la intolerancia invitó tan "amablemente" a salir de España... o de su querida Sefarad, como queráis.
Breverismos
1067) UN GENIO
Lo malo del
poeta que estaba convencido de que era un genio es que no logró convencer a los
demás.
1070) EL DINOSAURIO
DE MONTERROSO
Cuando despertó,
el dinosaurio todavía estaba allí… leyendo un cuento de Augusto Monterroso que
decía que cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
1086) ELEGÍA
El escritor
fracasado escribió una horrible elegía antes de pegarse un tiro. Sus amigos, al
leerla, reconocieron que la
Literatura no había perdido nada con su muerte.
Mañana, más de lo que se me ocurra.
Me uno a la recomendación, añadiendo " Todo lo que era seguro" una revisión lúcida sobre todos estos años de transición y democracia. Para qué revisemos todos no sólo la clase política.
ResponderEliminarPor cierto MADURO esta duró entre el ministerio de la Felicidad,la alegría y la Tierra de Jauja.
Ahora tenemos la versión Pitita Ridruejo con las apariciones del Escorial y para los más antiguos las Caras de Belmez . Te lo pongo a huevo que tu tienes más "salero"
Santiago: te aseguro que cuando leí lo del ministerio de la Felicidad Suprema pensé, huy, cuánto juego da esto, así que haré algo con semejante estupidez la semana que viene, que mañana pienso dedicar el blog a Lou Reed.
ResponderEliminarPostdata: Isabel, mon amour, si lees esto ya sabes: a escribir, que se te echa de menos.
Quino
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, si tú llamas......me aparezco.
ResponderEliminarY ¿cómo quieres que escriba: largo, corto, educado, bestia, satírico cómico, crítico exuberante, comedido y cortito, vehemente y que te mueres de inmenso.....? tú dirás. Tercer misterio.
Escribí el lunes sobre la Leivobitz.
He estado muy ocupada con los exámenes del curso "una de cal y otra de arena" He suspendido por no saber distinguir entre una y otra, ni por el olor ni el color ni el sabor, ni nada de nada. En fin.. No me lo sé.
Y luego ya me escondí en el cajón de la ropa interior por si el espía había seguido mi rastro, para que al menos me pillara con la muda limpia.
Un beso
Isabel
¡Que alegría verte de nuevo en casa! Escribir, lo que es escribir como tú quieras, reina, o como tengas el día y el momento, que ya sabes que se te quiere. ¿Qué es eso de los exámenes? ¿Eres una adolescente noestudiosa? Yo te creía mujerona echada pa´lante, en fin... espero que despejes mis dudas.
EliminarEn cuanto al lugar elegido para esconderte de mi amigo el espía me parece perfecto: qué sitio mejor que el cajón de la lencería fina. Ahhhhhhh, no quiero ni pensarlo... pero lo malo es que lo pienso. En fin...
Besos de bienvenida
Quino
¿Adolescente? Pero ¿tú me has visto en la foto? ¿Esa es la foto de una adolescente?. Anda ya. ¿Una adolescente dice las cosas que digo yo? ¿Es que tu tienes clara la diferencia entre la cal y la arena o es que tu vida es generosa y no te pone en esas tesituras de volver a estudiar?
ResponderEliminarClaro que soy una mujerona, pero una mujerona que te cagas, muy lista, guapa según los gustos,estupenda, que mi trabajo me ha costado, me quiero mucho y quiero mucho a quienes me quieren mucho y eso es muy importante porque, oye, me empuja mucho pa¨lante , lo cual no quiere decir que haya perdido el encanto de la adolescencia (que en ocasiones existe) y si me apuras de la infancia más remota.
Y ya va por la tercera vez que reniegas de conocerme. ¿No te acuerdas, aquello que viste en la Feria del Libro era una adolescente? No me jodas. O mientes o tienes mucha menos memoria que yo.
Bueno hala, que voy a leer el de hoy.
Por cierto lo del Ministerio ese tan alegre y divertido promete. Tú escribe, luego calmas a Chete para que no provoque diarreas y yo contesto, porque estoy alucinada, no puedo parar de reírme desde entonces y de vez en cuando la cara de Chavez muy cabreado conmigo me asalta y me dice cosas.....
Un beso
Isabel
Ay, Isabel: me encanta como entras al trapo, que se dice.
EliminarQuino
Y a mí
ResponderEliminarIsabel