Tengo que empezar advirtiendo –para todos
aquellos que no lo conozcan- que Giuseppe
Arcimboldo es un pintor extraño. Rara es su obra, como raro debía de ser él
mismo. A un psiquiatra le daría un
ataque de nervios con solo verlo entrar en su consulta.
Nació
en el año 1527 en Milán y falleció en la misma ciudad en 1593. A pesar de ser un
artista que realizó retratos a los poderosos de la época en Milán, Viena y
Praga, dibujó cartones (diseños) para vidrieras y tapices, frescos en iglesias
y diseñó construcciones efímeras para grandes festejos (como Durero y Leonardo da Vinci) ha pasado a la Historia del Arte por sus
retratos, imaginarios o reales, de hombre y mujeres.
Este es el autorretrato de Arcimboldo, el pintor que fascinó con
su arte a sus contemporáneos y gozó de una gran fama y fortuna en vida, siendo
mimado por reyes y emperadores… pero tras su muerte cayó en el olvido. Las
obras de Arcimboldo fueron redescubiertas a principios del siglo XX, siendo Salvador Dalí su gran promotor. Pero no
fue hasta la década de los años 30 del pasado siglo XX cuando realmente resucitó,
de la mano del director del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Los modelos de sus
retratos están pintados, rostros y cuerpo, mediante plantas, flores y frutas
mezclados entre sí de manera que, sorprendentemente, tenían un gran parecido
con el modelo retratado. La imagen de arriba corresponde a la Primavera.
Este óleo sobre tabla es el único cuadro de Arcimboldo que se
encuentra en España, y se conserva en el Museo
de la Real Academia
de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid.
Su serie más conocida
es la dedicada a las Cuatro Estaciones.
El cuadro sobre este texto es el dedicado al Verano. Y en él podréis reconocer las frutas correspondientes a tal
estación.
El Otoño aparece con las uvas, castañas,
calabazas y todo tipo de plantas de esta estación.
Lo mismo que el Invierno.
Ahora tenemos una
buena oportunidad de ver dos obras más en una exposición que se exhibe en la Fundación Juan March de Madrid (Castelló nº 77) hasta
el próximo 3 de marzo. Son solamente dos pinturas, las llamadas Flora y Flora Meretrix, pertenecientes a colecciones privadas y que, por
primera vez, se exhiben en público.
Esta es la llamada Flora meretrix, pintada en el año 1590.
Toda la figura, incluidos cabellos y los ropajes están representados por flores
y plantas.
Que en este detalle de
la cabeza podréis apreciar mejor. Veréis que las cejas son espigas, los labios
pétalos de rosa, etcétera…
Y esta es la llamada Flora, pintada en 1589, con los mismos
elementos que el cuadro anterior.
En este primerísimo
primer plano podréis observar fácilmente el citado detalle de que esta pintado
solamente con flores y plantas: La barbilla es una rosa abierta, los párpados
pétalos, los ojos dos pequeñas flores blancas sobre fondo negro, las mejillas
pequeñas flores rosas, el labio inferior dos rosas de pequeño tamaño…
En fin, espero que os
haya gustado y lo dicho: un psiquiatra tendría mucho que decir al respecto.
Breverismos
psiquiátricos
1420) DESILUSIÓN ESPIRITUAL
Yo creía que era
Placer Espiritual lo que experimentaba al llorar de emoción ante un Van Gogh o
escuchando la Quinta Sinfonía
de Mahler… y resulta que el psiquiatra me ha dicho que es Pura Histeria.
1443) DEPRESIÓN
1613) DESORDEN
La asistenta le
ordenó su desorden de personalidad… y le cobró mucho menos que el psiquiatra.
Mañana... lo que me diga el psiquiatra.
Impactante. No sé si me gusta, pero sí me impacta.
ResponderEliminarA lo mejor fue este señor el origen de algunas expresiones que se refieren a partes de nuestro cuerpo: melón, alcornoque, coco, patata, dátiles, escarola..vete a saber.
Un beso
Isabel
Isabel: ¿vives en Madrid? Porque entonces aún estás a tiempo de ver los dos cuadros de Arcimboldo en la Fundación March. Además siempre te esperará La Primavera en el Museo de Bellas Artes de San Fernando, en la calle de Alcalá, la florista viene y va... (y nunca mejor dicho) .
EliminarUn beso y 300 abrazos, así, uno detrás de otro.
Quino