Un refrán español, cuyo origen se remonta al
siglo XVII, dice:
PUTA LA MADRE , PUTA LA HIJA , PUTA LA
MANTA QUE LAS COBIJA.
Y me he acordado del
refrán al leer en el periódico la noticia de que Jill y Amber Kelleher, madre e hija, son “empresarias” que buscan,
a través de su empresa, la compañía más adecuada para ricos, celébrities,
grandes industriales y hombres de negocios.
Su
empresa, Kelleher International, radicada en Silicon Valley, es un próspero
negocio que las está haciendo ricas a costa de hacer de celestinas, trabajo
que, parece ser, hacen a la perfección. Afirman tener una base de datos con
30.000 nombres de ricos y famosos de todo el mundo, hombres y mujeres, a los
que ofrecen sus servicios. Dicen que reciben 1.000 solicitudes de sus servicios
al mes (el 70% de mujeres) pero que solo aceptan 10 para mantener el prestigio
de la firma. Todo un negocio… y yo vendiendo Chupa-Chups.
Probablemente estas
señoras no saben que están ejerciendo un antiguo oficio, cuya mejor referencia
la tenemos en una gran obra de la literatura clásica española: La
Celestina , más
conocida bajo el título de Tragicomedia
de Calisto y Melibea. Su autor, Fernando
de Rojas, escribió esta obra que se convertiría a su protagonista, la alcahueta
Celestina, en el sinónimo del trabajo que desde estonces han venido ejerciendo multitud
de mujeres. Sobre todo al estar considerado un lucrativo negocio, como
demuestran la madre y la hija estadounidenses, y residentes en California, que
encabezan este blog. Con la diferencia de que estas Celestinas del siglo XXI
visten de Prada o Gucci, se desplazan en RollS-Royce y viven en una mansión
donde preparan sus citas.
Publicado
en 1499, La Celestina
se convirtió pronto en un referente del buen teatro. Sus tres protagonistas, Melibea, Calisto y Celestina
representan la inocencia, el amor y la pasión, y la corrupción. La acción se
centra en la ciudad de Toledo cuando un joven noble encuentra a una doncella
llamada Melibea y se enciende de pasión por ella. Pero la joven, inocente, le
rechaza. Siguiendo los consejos de su criado, Sempronio, el joven se pone en contacto con una vieja puta y
alcahueta que a través de un conjuro demoníaco y su capacidad envolvente logra
que la joven caiga en brazos de Calisto.
En
fin, esto ya es de todos conocido, pues el tema, de tan repetido a lo largo de
los siglos, ya forma parte de la picaresca española.
Picasso retrató a una vieja y
conocida Celestina allá por los primeros años del siglo XX, que aquí expongo
como muestra de la continuidad de la profesión. Aunque si la vieja Celestina
cobraba por sus servicios unas monedas o una cadena de oro, la madre y la hija citadas
cobran entre 15.000 y 150.000 dólares por servicio, es decir por presentarte a
“la persona adecuada” a tu personalidad.
En España existen multitud de refranes
alusivos al tema, como el que encabeza este blog, así que ahí va una pequeña
muestra de ellos… que hoy pueden ser considerados políticamente incorrectos,
pero que forman parte de refranero español. (Ruego a
mis lectoras que así lo consideren, que conozco a más de una que me partiría la
cara por escribir esto):
Es de Loja,
donde la que no es puta es coja.
Puta tu
abuela, puta tu madre y puta tu tía, cómo no vas a estar en la putería.
La mujer que
no es hacendosa, o es puta o golosa.
Granadina,
puta fina.
Mujer asomada
a la ventana, o puta o enamorada.
Puta y buena
mujer, ¿cómo puede ser?
Es más puta
que las gallinas.
Estoy como
puta en Cuaresma.
Y por último, una canción: Si vas
a Calatayud, pregunta por La
Dolores , que es una chica muy guapa, amiga de hacer favores.
A falta de ver la obra, como aconsejo, en teatro, podéis verla en película. El cine se hizo cargo del tema con La Celestina , película de Gerardo Vera estrenada en 1996, con Penélope Cruz en el papel de Melibea.
Breverismos
149) EXPERIENCIA SUPRASENSORIAL
A pesar de que
ella, muy intelectual, insistía en que había sido una experiencia
extracorpórea, suprasensorial y hasta paranormal que invadió su Yo corpóreo, su
amante la convenció, con una caria, de que solamente había sido –nada menos- que
un orgasmo formidable.
401) ACRÓBATAS
Al
considerarse acróbatas del sexo, la pareja se ofreció al Cirque du Soleil para
actuar en público.
420) DIÁLOGOS
SEXUALES 3
ALÍ-BABÁ
-¡Ábrete,
Sésamo! –gritó el pene.
-Déjate de cuentos,
que aquí no se entra así –dijo el clítoris, muerto de risa.
Por cierto, se me olvidaba; ahí va una poesía del gran Francisco de Quevedo (1580-1645) que, como se ve, también le interesaba el tema.
Estaba una
fregona por enero
metida hasta
los muslos en el río,
lavando paños
con tal donaire y brío
que a mil
necios traía al retortero.
Un cierto
conde, alegre y placentero,
le pregunto,
por gracia, si hacía frío.
Respondió la
fregona: “Señor mío,
siempre llevo
conmigo yo un brasero”.
El conde, que
era astuto y supo dónde,
le dijo,
haciendo rueda como un pavo,
que le
encendiese un cirio que traía.
Y dijo
entonces la fregona al conde,
alzándose las
faldas hasta el rabo:
“Pues sople
este tizón vueseñoría”.
Mañana otro tema, que los hay de sobra.
Quizá, puede que, a lo mejor...hoy levantes ampollas.
ResponderEliminarUn enlace entrañable para darle una vuelta al tema de hoy.
http://www.youtube.com/watch?v=4uuu2Hl4iSA
Muchas gracias. Un beso
Isabel
En cuanto a lo de levantar ampollas, querida Isabel, qué le vamos a hacer... así es la rosa. Y eso que advertí a mis lectoras, pero el refranero es el refranero y don Quevedo don Quevedo. Y, que burro, no haberme acordado de la Magdelena, de la de leyenda y de la de Joaquín Sabina.
EliminarUn beso y muchos abrazos... o viceversa
Quino
Tiene razón Isabel. A mi me ha molestado el contenido del blog. Parece mentira Quino que hayas publicado algo tan soez y denigrante para las mujeres. Sigo este blog desde hace mucho y me gusta, pero debías evitar tratar estos temas que, como también dice Pilar, pueden levantar ampollas entre las mujeres.
ResponderEliminarDe todas formas, un saludo
Celia
Pues qué le vamos a hacer, Celia seguidora, pero me parece exagerado que consideres denigrante el refranero popular o la obra de Quevedo. Son, simplemente, el reflejo de otros tiempos... ¿o eres de los que opinan que hay que destruir el pasado que no te interesa? Pues ahí está, quieras o no ¿Por qué no has dicho nada cuando me metía con otros temas? ¿O es que ya has olvidado como arremeto también contra los hombres y cómo me río de mí mismo?
ResponderEliminarTú tienes un problema, querida amiga, y es que estoy convencido de que tienes muy poquito sentido del humor y que no has sabido cogerle el aire al blog.
Así que, te guste o no, yo publicaré lo que me venga en gana, porque, aunque no lo creas, me siento libre al hacerlo... aunque moleste a personas como tú.
Y, de todas formas, como tú dices (vaya despedida siniestra, amiga) un saludo
Quino
Pues vaya tela!!!! Para apaciguar un poquito, ¿me podéis decir quién es Pilar? No sé qué habrá dicho Pilar.
ResponderEliminarHala, un beso
Hasta mañana.
Isabel
Isabel, yo soy la misteriosa Pilar, soy amiga de Celia y conocida de trabajo de Quino. Por eso Celia me menciona ya que soy seguidora del blog pero no suelo hacer comentarios, aunque comento con Celia los dimes y diretes de este blog que considero genial. Y que quede claro que a mí no me ha molestado lo de los refranes de putas como a mi amiga.
ResponderEliminarSi alguna vez Quino me ha mencionado es porque a veces le envio correos para otras cosas y de paso le comento algo de sus blogs.
¿Satisfecha? Pilar, tú sigue escribiendo que eres la mejor comentarista de todos.
Pilar
Hola Pilar. ¡¡Qué alegría que seas tú misma, Pilar, quien me conteste!!!! Yo ya tenía un lío que ni te cuento. ¿Carla también se refería a ti?. Aunque si miras lo que has escrito después de tu pregunta ya vuelvo a no saber quién soy yo. Creía Santa Teresa que era la única que vivía sin vivir en ella. Ingenua.
EliminarPero bueno, el caso es que tú eres Pilar, que te doy las gracias por lo que me dices y por deshacer un poquito el entuerto. Fíjate yo ya estaba dispuesta a llamarme Eduvigis, Gertrudis o lo que tuvieran a bien llamarme los escribientes de este blog, que a mí también me encanta y me divierte muchísimo.
Un beso muy grande
Isabel