Ayer iba caminando por
mi calle cuando me encontré, interrumpiendo el paso por la acera, a una madre con su
hija de unos seis meses en brazos. Y contemplando a la niña cuatro amigas
de la madre, todas sonrientes, con esa cara absurda que ponen algunos adultos
al mirar a los niños. En el momento que pasaba a su lado, la madre, arrobada,
soltó:
-Es
más buena…
Y
yo, así, de pasada, le dije:
-Ya
verá que risa cuando tenga quince años.
Los
insultos y más de una piedra me siguieron hasta la parada del autobús.
Después,
en casa de una amiga que tiene dos hijas adolescentes, antipáticas,
insoportables, caprichosas, egoístas, maleducadas y manipuladoras, conté la
historia que a mí me parecía muy divertida y, oye, qué mal le sentó, al darse
por aludida. Y es que cuando yo arremeto contra los niños, mi amiga se pone en
plan Madre Coraje y me dice:
-Pues
mis hijas me han dado mil satisfacciones.
Y
yo le contesto:
-Pues
no me digas mil, ni siquiera cien, dime solamente una cosa buena de ellas.
Y
mi amiga, después de pensarlo seis horas eligiendo la mejor de las mil satisfacciones recibidas, contestó:
-Que
son muy buenas.
Y estas son las dos
niñas tan buenas.
Así
que, por huir de la conversación y del tema, me encerré en el cuarto de baño
con el portátil para escribir el blog de hoy, antes de que mi amiga, me
agrediera con el libro que yo, lleno de buenas intenciones, le regalé.
Y
eso que ella es profesora y se le supone vocación, resignación y argumentos
para enfrentarse a semejante plaga. También es la inventora de un método
pedagógico que supondrá un gran avance
en la captación de la atención de sus alumnos en clase.
Por
último, me gritó, a través de la puerta, que, por lo menos, le recomendara una
película para sus nenas. Y difícil me lo ha puesto, porque las películas de
adolescentes suelen ser espantosas. No le voy a recomendar los últimos Harrys Potter, ni la horrible serie de
películas tituladas American Pie, ni
tampoco Grease, con adolescentes ya
entraditos en años pero igual de subnormales, ni la excesivamente dramática Juno, ni la pretendidamente terrorífica
Scream, ni los falsos e insoportable
vampiros de la saga Crepúsculo, ni
siquiera la sobrevalorada Karate kid.
Pero al menos
recomiendo (apremiado por los puñetazos en la puerta del cuarto de baño en que
me refugio) la película de Rob Reiner,
estrenada en 1986 titulada Cuenta
conmigo (Stand by me), la historia de cuatro adolescentes que se lanzan a
la aventura de buscar a un joven desaparecido. Dentro de un tema que no me
interesa en absoluto, al menos la película de Rob Rainer, con un infantil River Phoenix que lo hace muy bien,
mantiene una dignidad generalmente inexistente en las demás.
En fin… padres que
tenéis hijos, esa plaga bíblica de la que nunca os libraréis, paciencia y
templanza, qué le vais a hacer.
Breverismos
25) NIÑOS HIPERACTIVOS
-“No se puede
pretender que los niños hiperactivos atiendan a las explicaciones y se estén
quietos en clase. Y el profesor tiene que asumirlo y comprenderlo” –dijo la
eminente sicóloga teórica infantil, antes de hacerse cargo, a modo de
experimento demostrativo, de una clase con 22 niños hiperactivos.
Una hora después ingresó en el frenopático de Alcobendas echando espuma
por la boca.
73) POLSTERGEIT
Escuchó durante toda la noche gritos, risas y
toda clase de ruidos. Y comprobó al levantarse que la cocina estaba revuelta, la
nevera arrasada, los muebles cambiados de sitio y las puertas de los armarios
abiertas, con toda la ropa revuelta y tirada por el suelo. Aterrado, se creyó
víctima de un Polstergeit –espíritu misterioso y burlón que se instala en las
casas- hasta que descubrió que sus hijos adolescentes habían vuelto a casa
después de sus vacaciones.
1461) LEYENDA URBANA
La acción del
adolescente se convirtió en una Leyenda Urbana... ¡¡Le cedió el asiento a una
anciana en el autobús!!
El lunes más de otro tema.
Buenos días. Tenía retrasada la lectura del último de tus cuentos. Me ha gustado mucho, aunque menos que los anteriores.
ResponderEliminarTodos los que he leído hasta ahora crean un ambiente entrañable, hables de lo que hables y cuente lo que cuentes, que acompaña después de la lectura.
Cuentista, que eres un cuentista, hombre ya...Me gustan mucho estos regalos. Eres muy generoso . Te doy las gracias.
En cuanto al contenido del blog del viernes mejor no digo nada porque ya lo hice extensamente en octubre, y me cabreé tanto como me divertí mientras lo escribía. Los hijos adolescentes, infantiles o ....
Bueno.
Hasta mañana.
Un beso
Isabel
¡Ay, niña Isabel, qué alegría! Eres la única que da vidilla a este blog que parece estar en manos de los "no tengo tiempo,no tengo tiempo" esa especie adicta a Tele 5 que asegura que no tiene tiempo para nada, cuando dispone de todo el tiempo del mundo, que no se han dado cuenta de que el Tiempo, así, con mayúscula, es una pura entelequia.
ResponderEliminarEn fin... que se te agradece tu participación y tu alegría y tu adición al teclado, que no hay nada más siniestro que el silencio que, al menos tú, barres con la escoba del cariño.
Gracias, querida mía, recibe un beso tan agradecido como entrañable.
Quino