viernes, 14 de febrero de 2014

BREVERISMOS. VIERNES 14 DE FEBRERO DE 2014

Una buena amiga mía de Barcelona, me escribió el pasado día 7, directamente a mi correo electrónico (no le gusta escribir en el blog, pero estoy tratando de convencerla), refiriéndose al blog dedicado a la madre y la hija, las modernas celestinas. Y dijo lo siguiente:

feb 7 a las 1:37 PM
Entre putas y Santos (bonita combinación) tus blog-lectoras (creo que esta vez solo había mujeres, qué curioso, hablando de putas solo aparecen féminas) se han olvidado de la lectura del Perro del entrañable Pau y su amigo Truman Capote, linda historia bañada de vino blanco bien frío, que me ha gustado, mucho, releer.
Por cierto, a mi tampoco me ha molestado leer el blog de la Celestina y los versos de Quevedo, nada de nada.
Fins aviat,
M.
       (He borrado su nombre para mantener la clandestinidad que me pedía, y solo he dejado La letra EME por la que empieza su nombre)  
El blog de la madre y la hija del 5 de febrero recibió 5 comentarios, incluido el de Celia que me decía que le había molestado “este blog tan soez y denigrante para las mujeres”.
Pues bien, prefiero eso, la desaprobación y hasta el insulto, al silencio, ya que han pasado 10 días desde que publiqué el cuento el día 4… y el silencio más deprimente ha sido la respuesta de mis lectores.  

 

Solamente Isabel, mi querida seguidora, hizo comentarios sobre el cuento de Truman Capote… y eso que la media de entradas diarias a este blog es de entre 150 y 200 visitas diarias. Y yo me pregunto: ¿A ninguna de las 150 o 200 personas se le ocurre decir nada? Solamente necesitan escribir tres o cuatro palabras como comentario.
El silencio es siniestro, porque suele indicar falta de interés o indiferencia… a no ser que la mayoría de quienes entren en este blog pertenezcan al apartado de los “No tengo tiempo, no tengo tiempo”... y se les haga muy cuesta arriba leer 11 páginas, a espacio y media y tipo de letra 14.

 

       Así que, aquí me quedo, pensando en tan agrio tema...  aunque dando las gracias a mi fiel seguidora Isabel –la única que leyó el cuento- y, por supuesto, a mi querida M, que ya lo había leído y repitió.

Breverismos


582)  ANGUSTIA   
Se angustiaba tanto por todo que la Angustia en persona le recomendó: -Chico, no te angusties, que no es para tanto.


851)  LLORAR DE ALEGRÍA        
Lloró de alegría al comprobar que era inmune a las emociones.

3266)  QUÉ CARA
Al vivir entre la tristeza del pasado, la perplejidad del presente y la falta de futuro, se le quedó la cara que pueden imaginar…


El Corte Inglés dice que hoy, 14 de febrero, es el Día de los Enamorados –para que compremos algo ahora que están en la ruina- así que ya sabéis, ni caso, que el amor hay que demostrarlo los 364 días restantes. Por mi parte, os recomiendo Yo soy el amor (Io sono l´Amore) una gran película italiana que me envió mi amigo Santiago Robledo. Me entusiasmó de tal manera que recomiendo que la veáis urgentemente.

 

Estrenada en 2009 y dirigida por Luca Guadagnino cuenta con la impresionante interpretación de esa actriz enorme que es Tilda Swinton. Película con actores en estado de gracia, música de John Adams que se te mete hasta el alma y unas vistas impresionantes de Milán nevado. 
Es una orden: tenéis que ver inmediatamente esta joya elaborada al más puro estilo Visconti.


El lunes, ya veremos.

3 comentarios:

  1. Tu última entrada al blog me ha llevado a reflexionar sobre varios asuntos.
    Cuando me llamas fiel y querida seguidora me gusta porque me gusta ser ambas cosas. Pero cuando me dices incansable, me siento rara porque no lo entiendo y no sé si me gusta.
    ¿De qué me tendría que cansar? De leer un blog que elijo leer y escribir en un blog en el que elijo escribir. Y si lo elijo ¿Cuál es el cansancio? ¿Hacerlo a diario? Pero si lo he elegido.
    Te voy a decir lo que me cansa: me cansan los que a mí me parecen gilipollas, yo a mí misma cuando me pongo gilipollas, levantarme con sueño a diario, subir una cuesta porque me gusta más fumar que subir cuestas, correr para coger el autobús, escuchar lo que podría ahorrarme porque no me dice nada…me cansa la nada.
    ¿Qué es Isabel incansable? En el punto del blog soy yo que hago lo que quiero cuando quiero, o sea escribirte cuando me da la gana, lo que me da la gana. (A veces no tengo tiempo o no estoy inspirada) Esa es la libertad que tú me has otorgado y yo así la acepto. Y sí, soy casi incombustible y no es ningún mérito, es una forma de ser, que no siempre es buena, pero tú eso no lo sabes. Y sí, agradezco tu esfuerzo con lo que tengo más a mano que es la palabra.
    Y luego un día un amigo tuyo critica mi extensión y francamente no quiero ofender a nadie pero me da igual, ahora bien, no estoy de acuerdo en que es mejor el insulto que el silencio. No lo creo. A mí me dieron muchas ganas de irme y dejar de escribir y que continuase él con lo que a mí me gustaría que fuese este blog: un espacio interactivo donde no se cuenta cada letra, sino lo que se dice, rico no solo por ti sino también por nosotros, que hubiera intercambio y algunas risas como las de este verano. Pero en realidad ¿Para quién escribes tú? Seguramente escribes porque no podrías no hacerlo.
    Ya lo dije la primera vez, creo los silencios no solo son siniestros, son asesinos, pero no sabemos quién es el muerto, ¿te acuerdas? Aunque ¿sabes lo que pasa? Que cada uno hace lo quiere. Mucha gente te lee y no escribe, como tu amiga M., como Pilar que me escribió y me encantó y sus razones tendrán para no hacerlo. No creo que sea solo falta de tiempo ni creo que sea desinterés. A mí me costó al principio pero fui soltando la lengua a medida que me recogía el pelo en coleta.
    Cada uno es como es. Un beso
    Isabel

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    1. Mis disculpas, querida Isabel. En cuanto a incansable, para mí y en tu caso, es sinónimo de eso: de incansable, apasionada, trabajadora, vigorosa, tenaz, constante, lectora y escritora, llena de voluntad y hasta de sentido de la amistad (aunque sea virtual), dinámica, fuerte, incombustible... en fin, se me acaban los adjetivos.
      Así pues, no comprendo el mosqueo.
      Pero, en todo caso, siento haberte molestado.
      Quino

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    2. Quino, no me has molestado nada en absoluto. Tendrás que disculpar tú entonces mi vehemencia y mi forma alocada o bestia de decir las cosas. Formas que efectivamente me dan algún que otro disgusto. Me cuesta corregirlo, convencida como estoy de que se me ve la intención. Estoy equivocada. Seguiré intentándolo como con los premios. Va a ser que me gusta la caña aunque sea de España.
      En realidad me lamentaba del silencio que hay en este blog que estoy segura de que lo siguen personas interesantísimas. Y estoy convencida de que tienen sus razones. Pero me da mucha pena. En realidad era un ejercicio de resignación, de comprensión y de reivindicación.
      Vamos a regar las margaritas que no paran de salirle brotes. Discúlpame tú a mí.
      Un beso
      Isabel

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