lunes, 2 de diciembre de 2013

BREVERISMOS. LUNES 2 DE DICIEMBRE DE 2013

Ayer me llamó mi tía Hortensia, muy excitada, y me dijo:
-¡Qué gracioso es el rey! ¡Ay, qué graciosooooo!
-Mujer, gracioso, lo que se dice gracioso…
-Que sí, Quinito Quinito, que es muy gracioso.
Así que, ante su insistencia, voy a contar la anécdota del rey Juan Carlos que tanta gracia le ha hecho. Y nada de elefantes ni Corinas ni otras zarandajas que dejo para los programas de cotilleos. Solamente contaré anécdotas serias. Como la que mi tía leyó en la prensa, que a mí, al leerla, me dejó con las cejas en acento circunflejo y la boca en forma de interrogación interrogantemente interrogativa, al preguntarme: ¿Será posible?
Pues sí, sí es posible, ya que nuestro Borbón, con ese desparpajo y esa gracia natural tan de familia, el otro día, les tomó el pelo a los médicos (¡Ay, que graciosooooo!) fingiendo que se había dado un porrazo, uno más en su dilatada carrera.



Esta foto no es la de la broma, está es real, de uno de sus múltiples porrazos.
Los médicos no se extrañaron, dado que el rey dicen que es flojo de remos, como demuestran las fotos de sus caídas, de las cuales publico solamente una por no hurgar en la herida, ya que suele doler.



Y aunque dicen que del árbol caído todos hacen leña, pues no, el rey se levantó diciendo: qué caída más tonta.
La broma que tanto le gustó a mi tía la contó el doctor Miguel Cabanela, el médico gallego residente en Estados Unidos y en concreto en Rochester, Minnesota -donde trabajó en la prestigiosa Clinica Mayo- que fue el encargado de sustituir la prótesis temporal de cadera colocada en septiembre por otra definitiva. 

 

Dice el doctor que como demostración del buen ánimo del real paciente, no se le ocurrió otro disparate que el siguiente:
-El día anterior a la operación, me dijo, muerto de risa: ¡Mira lo que les he hecho a estos! -refiriéndose a los médicos de la Zarzuela. Se manchó la frente con Betadine, se puso una tirita el la nariz y se vendó una muñeca… y se presentó ante los médicos diciendo que se había caído. 



Los médicos, aterrados, se quedaron de piedra pómez, porque su real paciente estaba tan desfigurado que parecía otro… hasta que el rey se echó a reír al contemplar sus semblantes, explicando que todo era una inocente broma. ¡Ay, que graciosoooo! 



Así se quedó el médico nº 1


 Así el médico nº 2


Y así el médico nº 3 

Creo que los médicos han pedido tres mes de baja y otro más de asuntos propios para recuperarse del susto, hartos de tomar Valium para calmarse de situaciones parecidas. Y que han huido a Suiza a intentar calmarse en un frenopático de Zürich. Solamente se ha quedado a su lado una enfermera muy profesional (y a mí que esa cara me suena de algo).    

 

Y es que, la verdad, don Juan Carlos tiene el cuerpo más que cosido, zurcido y hasta bordado a vainica ciega, que no hay más que ver el mapa de lesiones que triza su real envergadura.


 Como despedida el doctor Cabanela dijo que se habían malinterpretado sus palabras, cuando le preguntaron cuando volvería el rey a trabajar y contestó “yo no sé exactamente lo que hace un rey”. Preguntados quienes estaban a su alrededor, la reina incluida, si sabían lo que hacía el rey, así, normalmente, no supieron qué contestar… es más cambiaron inmediata y diplomáticamente de conversación.



Por su parte, el sindicato de elefantes, demostrando que a pesar de todo no le guardan rencor, le han enviado este chistecillo para alegrarle su convalecencia.

Breverismos reales
        
  
1859)  TRONO TAMBALEANTE
El rey ya se veía en el exilio al ver que su trono se tambaleaba… pero se tranquilizó al comprobar que era por efecto de un ligero movimiento telúrico.

5184)  REY PRESIDENTE     
El rey soñó que lo echaban, pero le nombraban presidente de la República. Y a pesar de ello, se levantó con un mal cuerpo…

6885)  ¿POR QUÉ?
El pueblo amaba al rey… hasta que se preguntó por qué.

 Mañana otro tema algo menos monárquico, digo yo.







           



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