Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, y no
lo digo solamente yo, lo dice el villancico de toda la vida, que para
demostrarlo, aquí lo tenéis:
Nos dicen que Navidad viene del latín Nativitas. Y que esta fecha está considerada una de las fiestas más importantes del
cristianismo y, desde luego, la más popular. El día 25 de diciembre se celebra el nacimiento de Jesucristo... según la Iglesia Católica ,
la Ortodoxa ,
la Anglicana
y algunas otras comunidades protestantes. Los marcianos no sé muy bien cuando
lo celebrarán pero nosotros lo hacemos desde la implantación del Calendario Gregoriano, elaborado por el
papa Gregorio XIII, allá por 1582.
Este señor de adusto y avinagrado gesto es el citado papa con su calendario en la mano, atento a los puentes del año. Este calendario, que se utiliza prácticamente en todo el mundo, vino a sustituir al Calendario Juliano, instaurado por Julio César desde el año 46 a . C. Aquí tenéis un
ejemplar del Calendario Gregoriano, para que le echéis un vistazo.
Existen
distintas teorías acerca de la adopción del día 25 de diciembre como el de la
celebración de la Navidad. La
más extendida es que el cristianismo adoptó, en su propio beneficio –o sea,
como siempre- está fecha por coincidir con la antigua celebración pagana de la
llegada del Dios Sol, o lo que es lo mismo del solsticio de invierno, allá por
el siglo III d. C.
Por esas fechas, también los romanos celebraban la llegada
del Sol Invictus. Así pues, para
hacer más llevadera la conversión de los romanos al cristianismo, se hicieron coincidir ambas fechas.
A pesar de
todo, parece ser que la adopción definitiva del 25 de diciembre como día de
Navidad se implantó definitivamente en el siglo IV por el emperador Constantino el Grande.
Y hasta hoy
hemos llegado, celebrando la
Navidad comiendo turrón, brindando con cava -y los que pueden
con champán- y deseando que lo que está por llegar sea mejor que lo que dejamos
atrás. Y no bebáis más de lo necesario… a no ser que lo necesitéis para mitigar
la visión de lo que nos rodea cada día.
Breverismos
5048) RECUENTO
DE PENAS
El hacer
recuento de su historial de penas y fracasos aquella Navidad lo empujó a llenar
de nuevo su vaso de vino.
5614) CONTRAPESO ETÍLICO
Le encantó que
el psiquiatra le dijera que el alcohol era el contrapeso necesario ante sus dificultades… y que no le
llamara borracho, como todos.
6273) VINO CARO
Al enterarse de
que el vino que bebía aquella Navidad era carísimo le supo mucho mejor.
Hoy os recomiendo un libro -ya
recomendado en un blog pasado- titulado Tres
cuentos, de mi amigo Truman Capote. Reúne,
como si título indica, tres cuentos que ni escritos para estos días. Uno de ellos se titula Un recuerdo navideño y el otro Una
navidad. Prosa perfecta e historias humanas y sentimentales acordes con la
fecha.
Y también os recomiendo la película navideña
por excelencia, sentimental, emotiva y hasta lacrimógena. Películas sobre la
navidad hay muchas, pero ninguna como el clásico de estas fechas, siempre
presente en algún canal de televisión: Que bello es vivir, del gran Frank Capra.
Y la canción navideña elegida hoy es… Canción de Navidad, interpretado por Joan Manuel Serrat y Joaquín
Sabina. Villancico especial, como podéis imaginar.
Que paséis una Navidad perfecta –allá con la
perfección que elija cada cual- y recordad que mañana día 25 no publicaré el blog, que no solo me tomo libres
sábados y domingos, también las fiestas de guardar, que se dice… o al menos se
decía.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
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