Esta noche, una vez más, se ha abierto la
puerta de mi dormitorio y ha entrado Schopenhauer.
Venía sujetándose la cabeza, como siempre, que debe pesarle de tanto pensar en
cosas trascendentales. Y se ha sentado a los pies de mi cama sin pedirme
permiso, porque dice que después de tantas apariciones ya hay una confianza.
Yo, por decir algo y
al ver que se frotaba las manos y se tapaba con el borde del edredón, le dije:
-Hace
frío, ¿verdad?
-Claro, ya sabes que hasta el cuarenta de mayo no te quites el
sayo.
-¿Eso es un refrán?
-Hay más refranes que panes.
-Pero bueno, ¿a qué
viene tanto refrán?
-Hombre preguntón, hombre sin educación.
En vista de lo pesado
que se estaba poniendo le pregunté, por cambiar de conversación:
-¿Le preparo algo de
cenar?
-Comida fría y bebida caliente nunca hacen buen diente.
-Hombre…
-El hombre y el oso cuanto más feo más hermoso. Pero no nos
dispersemos, ¿cocinas bien?
-Me apaño.
-Pues ya sabes que Hombre cocinilla medio hombre, medio
mariquilla, y Hombre amariconado, ni carne ni pescado y también todos saben que Hombre cocinón seguro que es maricón.
Pero,
¿a qué viene eso? No dudará usted de mi virilidad. Le aseguro que soy
heterosexual nato.
-Hombre de buena ley, tiene palabra de rey. Pero vamos, prepárame
algo, que Hambre y esperar, me hacen
rabiar y que Harto ayuna quien mal
come. Pero que sea una cena ligera que ya sabes que De buenas cenas están las tumbas llenas.
Así que le preparé un
par de huevos fritos con patatas, a ver si cenaba y se iba de una vez, porque
estaba muy pesado con sus refranes. Y allí, con la boca llena, me dijo:
-Pues hablando de
cenas y comidas, te recomiendo una película de mi amigo Marco Ferreri, que se titula La
grande Buffe, que aunque se estrenó en 1972 hay mucha gente que no la
conoce. Es un clásico de las comilonas.
-Y, ya puestos te
recomiendo el gran libro de cocina, el más sencillo y a la vez el mejor: 1080 recetas de cocina, de doña Simone Ortega (1919-2008), que la
verdad, estos huevos están bastante mal fritos. Y, por cierto, la portada del libro es del gran Daniel Gil, del que hablabas el otro día.
-La historia de este
libro tiene gracia: Alianza Editorial, tan intelectual y cultivada ella, estaba
reticente a publicarlo. Pero lo publicaron porque la autora era la esposa de José Ortega Spottorno, el dueño de la
editorial. Pues bien, para sorpresa de todos, el libro se convirtió en el más
vendido en la historia de la editorial, con 3.500.000 de ejemplares vendidos desde su publicación en 1972. Qué
cosas, ¿verdad? En fin, venga, publica los Breverismos, y hazte a un lado, que
la comida me ha dado sueño.
-Pero, señor
Schopenhauer…
-Tú no dices que eres
heterosexual nato de virilidad demostrada.
-Sí, pero, acostarme con un filósofo de su envergadura…
-Pues venga, al turrón… es
decir, a dormir. Y ya sabes que Dos que
duermen en el mismo colchón, se vuelven de la misma condición.
Breverismos refraneros
118) SOMBRA IMPOSIBLE
-El que a buen
árbol se arrima, buena sombra le cobija –dijo el saharaui refranero, antes de
caer desplomado víctima de una severa insolación después de no encontrar la
sombra del árbol citado.
486) REFRANERO
-El que roba a
un ladrón tiene cien años de perdón.
-Que se cree
usted eso. Le condeno a diez años y un día de cárcel.
El martillazo
del juez sobre la mesa puso punto final a la ingenuidad del ladrón refranero
que había robado un banco.
3372) MANO REFRANERA
-Que tu mano
derecha no sepa lo que hace la izquierda –dijo el refranero desconfiado que,
además de manco, era imbécil.
Y la canción navideña de hoy es… el famoso Jingle bells pero en versión
enloquecida heavy metal, con un Papá Noël pasado de rosca... que tampoco es cosa de ponernos tiernos en navidad
porque lo diga El Corte Inglés.
Mientras tanto, aquí me quedo, pensando en qué publicaré el lunes. Que paséis un buen finde.
Otra vez Schopenauer. No aprendes. Y encima viene de gorrón a comer huevos fritos y a meterse en tu cama.
ResponderEliminar¿No prefería los perros a los hombres? ¡Cuánta coherencia! Espera que me voy a caer de culo!!!!
Como te hayas vuelto así....ya lo veremos el lunes.
¿Y mi tiesto?
Un beso
Isabel