Hoy la cosa va de escaleras, pero de de
escaleras normales, sino de escaleras especiales. Y ya que escaleras especiales
hay unas cuantas, dedicaré el blog de hoy y el de mañana solamente a destacar tres
escaleras, por dos de las cuales subí y bajé no hace tanto tiempo.
La
primera, por cercana y bella, es la escalera triple helicoidal del Monasterio de Santo Domingo de Bonaval,
situado en pleno centro de mi querida ciudad de Santiago de Compostela.
La
escalera fue construida por Domingo de
Andrade en el siglo XVIII y es un prodigio de solución práctica, equilibrio y belleza, dado el poco hueco de que disponía.
La escalera es de una gran audacia
constructiva ya que tiene tres rampas distintas por las que acceder a distintas
estancias en tres pisos distintos.
Pero
solamente uno de los tramos te llevará hasta el final. Así que los usuarios
tenían que aprenderse muy bien cual era el tramo que tenían que tomar para
subir a su destino, si no querían estar subiendo y bajando todo el día.
Incluso tomar
fotografías es bastante complicado dado el exiguo espacio… que Andrade resolvió
con maestría. El monasterio se construyó entre 1685 y 1715, rematando la obra
con esta peculiar obra de arte.
Os
recomiendo que cuando visitéis Santiago no dejéis de admirar esta maravilla que
está justo en una esquina de la Quintana das Mortos, la plaza de detrás de la
catedral.
La segunda escalera de hoy es la de la Capilla de Loreto, en Santa Fe, Mexico. Esta escalera de caracol es más sencilla, pero no
por eso menos bella y complicada en cuanto a su construcción. Y en ella se
mezclan la Historia ,
la leyenda, la superstición y la religión (buen cóctel).
La
capilla, a imitación, en su modestia, de la Saint Chapelle de París,
se construyó el 1878. Pero, una vez terminadas las obras, las monjitas se
encontraron con que no se había construido escalera alguna para subir al coro, dado el poco espacio del que se disponía. Y los constructores recomendaron a
las hermanas de Loreto (que era una señora que tenía muchas hermanas) que subieran y bajaran mediante un humillante escalera de mano.
Las
monjas no se dieron por vencidas. Y recordando que San José era carpintero se
encomendaron a él, rogándole que hiciera tan práctico milagro. Al poco tiempo,
apareció por el convento un carpintero pidiendo trabajo y contestó que sí, que les construiría una escalera para acceder al
coro.
Y
en unos cuantos meses la construyó. Allí estaba, para pasmo de las monjitas y
de quienes la vieron y la ven hoy. La escalera tiene 7 metros de altura, gira
360º sobre sí misma dos veces y… lo más sorprendente, que hace de ella un caso
insólito de inexplicable equilibrio: ¡No tiene soporte central!, es decir, toda
la estructura está en el aire, apoyada solamente en el suelo y en su llegada al
coro.
Por supuesto que actualmente hay
escaleras así, pero con nuevos materiales más resistentes y con alturas más
pequeñas, como la que mostramos arriba. Además la escalera de Loreto tiene 33
escalones, lo que llevó a relacionarla por parte de las monjitas con la edad de
Cristo. Terminada la obra el carpintero desapareció sin despedirse… y sin
cobrar por la escalera, doble alegría para las monjitas (a ver si viene a mi
casa que tengo pensada una librería que…).
Aquí tenéis,
en versión mexicana de 8 minutos, la curiosa historia de la construcción de la famosa
escalera. Os recomiendo que la veáis pues tiene su punto. Espero que os haya gustado el paseo y que no esteis agotados de tanto
subir y bajar.
Y recordad que
mañana hablaré de la tercera escalera prodigiosa: la construida por el
arquitecto Bramante en el Vaticano.
Breverismos constructivos
134) LA CATEDRAL
5532) CIMIENTOS
El arquitecto
joven y revolucionario aseguraba que removería la arquitectura desde sus
cimientos. Y así fue: los removió tanto que se le cayó el edificio encima.
5961) REGLAS
El arquitecto
moderno decía que no tenía reglas. Quizás por eso le salía las fachadas
torcidas.
Por cierto, he recordado un cuento corto de mi querido Julio Cortazar: Instrucciones para subir
una escalera, un disparate delicioso que os ofrezco como despedida.
Instrucciones para subir una escalera
[Instrucciones. Texto completo.]
Julio Cortázar
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Mañana
os ofreceré la escalera más espectacular de todas.
La forma de una escalera de caracol es una curva en el espacio que tiene nombre: se llama hélice. Y la del Monasterio de Santo Domingo de Bonaval es la única en el mundo formada por un triple hélice... No son suyos los gallegos...
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