-¡¡Tú tienes la culpa!!
-¿Yo?
-¡Sí,
tú!
-Pero
si yo no he hecho nada.
-¡Pues
tú tienes toda la culpa!
-Y
dale, pero si yo…
Y
no me dejó terminar, espetándome que yo tenía la culpa del martirio y
crucifixión de Cristo.
Todo
pasó en ese pueblo de cuyo nombre no quiero acordarme y me lo soltó el cura de
cuyo nombre tampoco quiero acordarme, ese que salió en todos los telediarios
diciendo que antes a las mujeres se les pegaba más, pero no se las mataba. Y es
que ya ni las homilías son lo que eran, que antes se limitaban a contarte un
cuento chino y ahora son megáfono político de la COPE , la Razón y de la Conferencia
Episcopal.
A
pesar de mis negativas de que yo no había tenido nada que ver en ese histórico
asunto, él seguía acusándome.
-¡Así lo dejaron por
tu culpa, por tus pecados!
Y
es que, en realidad, lo que le molestó a monseñor-no-me-acuerdo-cómo-se-llama
fue el blog de ayer, ese en el que hablaba del hedonismo y la búsqueda de la
alegría y el placer en esta vida, como hacían los hindúes allá por los siglos X
y XI… mientras que en Europa y sobre todo en España, la consigna era que había
que ayunar, alejarse del sexo y la juerga, y sufrir y llorar mucho por lo que
le hicimos al Salvador… que vino a salvarnos sin que nadie se lo pidiera, que
es lo malo que tienen los salvadores, como la Historia demuestra.
Salí
de la iglesia, a la que había entrado porque llovía, pero el citado cura de
guardia me persiguió por la calle con una homilía portátil, acusándome a voces
de todo el dolor infligido a Cristo, tema tan bien representado en nuestro arte
gótico y barroco… 500 y 600 años después
de que los hindúes se lo pasaran bomba, al menos en las fachadas de sus templos.
Pues nada, que el citado cura me persiguió por toda la calle enseñándome fotos
de representaciones del llamado Varón de
Dolores, es decir, de la representación de Cristo torturado antes de ser
crucificado.
El tema del Varón de
Dolores fue, sobre todo en el Arte Gótico y Barroco español y europeo, prototipo
de la representación del sufrimiento, ascetismo, dolor y provocación
perfectamente manipulada por la
Iglesia para despertar nuestra mala conciencia (el que la
tenga) y arrepentimiento… y aumentar la clientela, perdón: los fieles.
Y
me puso ante las narices el Varón de Dolores del escultor murciano Francisco Salzillo (1707-1783),
insistiendo en que así lo habían dejado por mi culpa. Y la verdad es que la
representación cumple su finalidad: impresionar al espectador. Son esculturas
muy populares, ya que calaron hondo en la fe de los fieles, pues para eso
fueron planeadas y encargadas por la
Iglesia a los escultores.
Y también
el del gallego-vallisoletano Gregorio
Fernández (1576-1636), dos muestras, hay que reconocerlo, magnificas de la
escultura barroca española. La norma era: cuanta más sangre, mejor. Cristo
tenía que mostrar las escalofriantes heridas de la tortura: llagas, señales de
latigazos, profundos cortes, la corona de espinas roturando su frente… y, sobre
todo, mucha sangre.
Pero
también el cura perseguidor me enseñó el Varón de Dolores del italiano Antonello de Mesina (1430-1479), como
muestra de la internacionalización del tema, que también se representó pintado. Este cuadro, tan magnífico como
impresionante, en el que un ángel desconsolado sostiene a un Cristo exhausto por la tortura,
se exhibe en nuestro Museo del Prado.
Y el del italiano Andrea Mantegna (1431-1506) que se encuentra en el Museo de Arte de
Copenhague, con dos ángeles de apoyo.
Y
me enseñó también el atlético Cristo del holandés Maarten van Heemsckerk (1498-1574), que se exhibe en el Museo de
Bellas Artes de Gante.
Y
el del alemán Alberto Durero
(1471-1528) del Museo Estatal de Karlsruhe. A mí la verdad, y a pesar de que el
tema del Varón de Dolores fue muy apreciado en Alemania, precisamente éste, con
esa postura, me parece de muy pocos dolores, pero en fin…
Por fin me libré del
vehemente pater huyendo a la carrera, pues aún llevaba en su carpeta 300
reproducciones más de cuadros y esculturas del Varón de Dolores, tema
predilecto de la Iglesia
de la Contrarreforma …
y de los que no quieren darse cuenta de que la Contrerreforma se
acabó, ¿o no?
En fin, que me alejé
jurando no volver a entrar en su iglesia ni aunque caigan chuzos de punta, que
decía mi abuela… y desde luego no sintiéndome nada culpable de lo que le
hicieron al taumaturgo hace más de dos mil años.
Breverismos
183) CRISTO AL DÍA
Al aparecerse
joven, sonriente, sin barba, con el pelo corto, una camiseta con el símbolo de
la paz, pantalón vaquero y exponiendo tesis conciliadoras, la Conferencia Episcopal
no le reconoció. Así que Cristo tuvo que volver a aparecerse copiando su
aspecto de una estampa: pelo largo con raya en medio, barba rala, alo
resplandeciente en la nuca y la mano derecha llagada y levantada, en acción de bendecir… Y
aún así tampoco se crean que le hicieron mucho caso.
731) APARICIÓN
FALLIDA
La aparición de
Jesucristo por videoconferencia perdió efectividad (donde esté el directo)… y
el pecador siguió pecando, que era lo suyo.
1685) CORONA DE
ESPINAS
-Esta me aprieta
un poco, ¿no tendrían otra un poco más grande? –preguntó Cristo, al probarse la
corona de espinas.
Mañana
ya veremos lo que se le ocurre a este cabezón.
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