El Museo de las Civilizaciones del Quai Branly
de París ha montado una original exposición: Tatoueurs, Tatoués (Tatuadores y Tatuados), un viaje por la historia
del tatuaje, que estará abierta al público hasta el 18 de octubre.
En ella se exhiben
ejemplos desde el origen de este arte –pues arte es considerado- hasta la
actualidad, con 300 muestras de tatuajes de todas las épocas.
Parece
ser que este señor tan desmejorado al que se conoce como Ötzi, el Hombre de Hielo, es la primera muestra palpable (el que se
atreva a palparlo) de un hombre tatuado. Y como tal aparece su imagen en la
exposición, al tratarse de la momia tatuada más antigua encontrada hasta ahora.
Su cuerpo, momificado
y conservado en el hielo, fue encontrado en 1991, en la región alpina de Alto
Adige. Y la sorpresa de los científicos que lo estudiaron fue descubrir que su
piel apergaminada tenía más de 50 rudimentarios tatuajes (en ninguno de los
cuales ponía Amor de madre o I love Logroño). Tras los estudios pertinentes
se declaró que fue habitante de los Alpes italianos hace unos
5.000 años y que murió por golpes y flechazos a los 46, lo que demuestra que el
cariño entre los humanos viene de lejos.
Pero
los tatuajes se introdujeron, sobre todo en Europa –de nuevo- a través de
marinos y viajeros a partir del siglo XVIII. Las tripulaciones de los barcos de
expediciones científicas o que comerciaban, conquistaban o guerreaban por Asia
o Polinesia se apuntaron a una moda que los fascinó, sobre todo a los ingleses. En aquellos pueblos eran tatuajes tribales que distinguían a sus componentes,
mientras que los occidentales los adoptaron como peculiar adorno y no como
muestra cultural, social o religiosa.
La
expo abarca un amplio recorrido tatuado por todo el mundo, con muestras desde
tatuajes esquimales, indios americanos, maoríes y japoneses antiguos hasta los
tatuajes actuales, lo que demuestra que todo está inventado.
De entre estos
periodos históricos representados en la exposición he elegido los tres, por
antigüedad, elaboración artística y tradición (aunque uno de ellos sea actual).
Pero tengo que mostrarlos en tres blogs distintos, pues el tema da para ello: tatuajes japoneses, maoríes y de las maras, las pandillas de delincuentes de
centro y sur América.
La tradición más artística
y elaborada es la japonesa. En Japón, el tatuaje se inició como una marca
vejatoria de castigo militar para convertirse, a partir del siglo XVIII, en
algo popular y hasta en un signo de distinción y de reconocimiento. Y así
aparece en el arte y en las ilustraciones de antiguos textos.
Pero es a partir de comienzos del XIX
cuando aparece el llamado traje corporal, que cubría todo el cuerpo, menos
pies, manos y cabeza.
Actualmente los tatuajes
japoneses son, en ocasiones, signos distintivos de la Yakuza ,
la Mafia
japonesa, cuya actividad data del siglo XVII.
A mi juicio, los
tatuajes japoneses son, con diferencia, los más artísticos y elaborados... aunque a mí me espanten. Pero reconozco que son autenticas obras de arte que suelen representar dibujos tradicionales con alto
significado histórico o esotérico, y siempre con claves de pertenencia a un
clan social. Por supuesto, aunque es más raro, también las japonesas tatúan su cuerpo, como podemos ver en el ejemplo de abajo.
Por supuesto
no pienso hablar, por siniestro, de los números de identificación en los campos de concentración y exterminio nazis, donde la identidad de los
internados era un número tatuado en el antebrazo.
En fin, mañana
os mostraré ejemplos de los tatuajes de la Polinesia , a mi juicio, los segundos más
interesantes, tras los japoneses, por antigüedad y elaboración. Además son
totalmente distintos de los japoneses, ya que son totalmente geométricos y no
emplean tintas de colores. Y terminaré el lunes con los tatuajes tribales –pues
tribus son- de las maras. (Recordad
que el viernes hay Blog más breve de despedida de la semana).
Breverismos
7232) TATUADOR
El tatuador con Parkingson hacía unos tatuajes abstractos
preciosos.
7233) ARREPENTIMIENTO
TATUADO
Llevado por la pasión se tatuó el nombre de su amada… y cuando
lo abandonó a los tres días se arrepintió toda su vida, al recordar la
puñalada cada vez que se miraba al
espejo.
7234) TATUAJE MATERNO
El abandonado en la inclusa se tatuó en el brazo Amor de madre… que algo es algo.
Mañana tatuajes maoríes.
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