Estábamos anoche Antonio, Santi y yo, cada cual
con nuestro brebaje (gin-tonic, Havana 7 con coca-cola y ron Santa Teresa con
naranja) cuando salieron a colación, no recuerdo muy bien por qué, los Talking Head, el mítico grupo
neoyorquino liderado por el escocés David
Byrne, un marciano que revolucionó la ciudad de la manzana durante un
montón de años.
Pero lo más chocante fue que
ninguno de los tres, admiradores del grupo y de su líder, nos acordábamos que
David Byrne se llamaba David Byrne. Y mira que le dimos vueltas. Así que nos
despedimos, se fue cada uno a su casa, y estaba ya a punto de meterme en la
cama cuando sonó el móvil:
-¿Quinito
Quinito?
-Sí.
-Soy David
Byrne.
-¡Hombre! Pues
precisamente…
-Pues
precisamente nada, desgarramantas, que no te acordabas de mi nombre.
-Ya pero,
compréndelo, los gin-tonic…
-Anda, déjate
de disculpas y pon alguna actuación mía de los años ochenta o noventa, cuando
éramos jóvenes, felices e insoportables allá en la ciudad de los rascacielos en
las que yo era el más moderno, el rompedor.
-Qué, ¿Te ha
gustado?
-Si. Esa actuación está muy bien, es de 1992, que tenía yo 37 añitos…
pero ahora no resistiría semejante traqueteo, que tengo 59 y ya no estoy
para esos trotes. Venga, ahora publica el Breverismo gráfico y algún epigrama
de eso que molan. Recuerda que hoy es viernes y el Blog tiene que ser breve.
Así que, deja ya de darle a la tecla, teclaadicto.
Breverismo
Epigrama
Se hizo en la frente
un chichón
de
un golpe el tonto Pascual,
y
en vez de causarle mal
le dio gran
satisfacción.
Porque un frenólogo
atento,
al ver su frente
abultada,
dijo con voz ahuecada:
-Este es hombre de
talento.
P.D: Un amigo mío, que se creía más moderno de lo que en realidad era (como el Tiempo ha demostrado) vino a cenar a casa una noche, allá por los años ochenta. Pues bien, al ver que tenía todos los discos de Talking Head, se volvió muy sorprendido y dijo:
-¿Te gusta Talking Head? Pues no te pega.
Yo, sorprendido, le pregunté:
-¿Por qué?
Y me contestó:
-Porque como te gusta Beethoven...
Cerradito de miras que era el chico. En fin...
El lunes, Blog normal,
dentro de lo que cabe… y cabe poco.
Un mostruo David Byrne, el escocés que se comió la manzana neoyorquina. Te agradezco que lo hayas resucitado, aunque no se si sabes que sigue en marcha, el tío, que es lo que les pasa a los genios.
ResponderEliminarUn abrazo, desgarramantas (en tu caso elogio mas que insulto)
Martín