En estados Unidos vive y trabaja un ilustrador
famoso y respetado. Y habita en la que ya todos llaman ciudad de la manzana sin
saber la gran mayoría de ellos que ese nombre se lo puso, precisamente, Milton Glaser.
Glaser, como Woody Allen, es el prototipo del neoyorquino culto e imaginativo,
diseñador gráfico especializado en carteles y portadas de libros y discos,
convertidos en iconos del diseño del siglo XX.
Aunque
bastaría su diseño estrella, conocido hasta en el último rincón del universo
mundo, para presentarlo como lo que es, un gran diseñador gráfico.
Me refiero a su I love New York, resumido a tres letras
y un corazón, genial síntesis no superada, que dice todo con el menor texto
posible, haciendo cierto el menos es más de
Mies van der Rohe. Lo dice todo, así
que, para qué más letras.
A
lo largo de su carrera Glaser ha diseñado más de 300 carteles, entre ellos el
famoso de Bob Dylan, que se
convirtió en un icono de la cultura musical de los años sesenta, y en un
referente del diseño de la época.
Su
obra, tan alejada de la ortodoxia, reinó
en el mundo de los carteles, que la gente llegaba a arrancar de las paredes
para colgarlos de sus casas, como si fueran dibujos originales.
Como
en el caso de este cartel de Aretha
Franklin, envuelta su imagen en color, con solo su nombre propio, para qué
más, dado que en aquel momento todo el mundo conocía a la reina negra del soul.
O
como en el caso de este cartel dedicado al Festival
Mozart en el elitista Lincon Center
de Nueva York. Los lapiceros de Glaser
diseñaron también encargos de música clásica a los que el diseñador daba su
impronta tan sorprendente como moderna. En este heterodoxo caso presenta nueve
imágenes de Mozart de perfil antes,
en y después de estornudar, hasta tal punto que a este póster se lo conoce como
El estornudo de Mozart.
También
diseñó para la
Metropolitan Ópera este cartel, más clásico –comparado con el
del Lincon Center- de los actos para celebrar el 200 aniversario de la muerte
de Mozart.
También
para el Lincon Center diseñó este cartel, promoción de su galería de arte, en
el que el arte es, precisamente tema secundario, centrando el dibujo en los
visitantes.
Con las portadas de
discos que diseñaba pasaba lo mismo que con los carteles, ya que los compradores
llegaron a enmarcar las portadas como si realmente fueran dibujos hechos para
ese fin. Este trabajo lo dedicó a su amiga, la gran Nina Simone, pianista y cantante de jazz a la vez que activista
feminista y de la defensa de los Derechos Civiles, lo que la llevó a exiliarse
a Francia.
Por
último os ofrezco el poster que dibujó para la campaña electoral del presidente
Obama. En lugar de poner el nombre del candidato colocó bajo el dibujo la palabra Esperanza... esperanza que, la verdad...
Creo que os habrá gustado
esta breve muestra del diseñador. Y recomiendo a los seguidores modernos de
este blog, que los tengo, que tengan en cuenta, antes de criticar al diseñador
acusándole de desfasado, que toda la obra que presento, excepto el cartel de
Obama, se refiere a la ejecutada entre los años sesenta y noventa.
Breverismos
4550) MENOS ES MÁS
-¡Menos es más!
–exclamó el arquitecto Mies van der Rohe mientras tiraba todos los muebles de
su casa por la ventana, seguro de que creaba un innovador concepto y una famosa
frase para la Historia
de la Arquitectura
y el Diseño. A las dos horas reconocía que la situación era revolucionaria pero
incomodísima… y transigió colocando una silla en medio de la habitación vacía.
5093) DIBUJOS GENIALES
Se creía que su
hijo era un genio dibujando, sin saber que sus dibujos eran iguales a los de
todos los niños de cinco años.
5233) PARAGUAS
El paraguas de
diseño apenas resguardaba de la lluvia, pero era precioso.
Como no podía ser
menos ahí va una canción en directo de la gran Nina
Simone, Mississippi Goddam, la mujer que quería ser pianista clásica pero no le dejaron seguir
sus estudios porque era negra. Afortunadamente, con su voz, su piano y su
inconfundible estilo se vengó de los imbéciles, muchos, que cortaron la que
podría haber sido una gran carrera –otra gran carrera- de esta mujer genial... orgullosa de ser mujer
y de ser negra.
Todo un espectáculo. Música y solidaridad hacia sus hermanos de Alabama. Os lo recomiendo con toda la vehemencia de que dispongo esta mañana.
Mañana más.
Gracias por el regalo de Nina Simone
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