Hace tiempo, después de ver en televisión parte
de un partido de fútbol –soy incapaz de ver un partido entero- que se
celebraba, creo que en Alemania, le comenté a una amiga:
-Es
curioso, los espectadores alemanes daban los mismos saltos, coreaban las mismas
consignas y cantaban las mismas canciones –en alemán, claro- para animar a su
equipo que en España. Es decir, actuaban como el público español.
Y
mi amiga me dijo:
-Claro,
como que pertenecemos a la misma especie y, por lo tanto, los comportamientos,
si no iguales del todo, sí son muy parecidos. Y ya pueden ser alemanes,
búlgaros, brasileños o chinos: todos de la misma especie
Así, por lo tanto, los asistentes a los partidos de los mundiales en
Brasil se pintan la cara como los habitantes de las tribus de Papua y Nueva Guinea, allá en las antípodas. Y si en los mundiales los
asistentes se pintan la cara para celebrar sus festejos… pues igual que en las
lejanas tribus.
Aquí
está la muestra:
Este
señor es de Papúa.
Y
este otro un espectador de España,
que se puso así ante la humillante derrota de su equipo ante Holanda.
Este
caballero es un tranquilo habitante de una tribu de Nueva Guinea.
Y
este un espectador de Holanda de
aspecto nada tranquilizador.
Y
como ya he indicado que ambos grupos pertenecen a la misma especie, sí quiero
especificar que, cuando pierde su equipo, los llamados hombres civilizados se ponen agresivos,
insultando, agrediendo a los seguidores del equipo contrario y provocando
disturbios, sobre todo si ha sido vencido. Mientras que los llamados salvajes, se toman las cosas con más
calma.
Unos se pintan la cara
de amarillo.
Otros
de azul.
O
pintadas así, a franjas en rojo y amarillo.
O
así, con los colores de la bandera de Brasil, pero la verdad, puestos a elegir...
Y
ya puestos, los hay así de exóticos, como en esta foto de mi amigo Pedro Saura.
O
así, que mira que contenta está la chiquilla.
También
compaginan la cara pintada con tocados aparatosos.
Lo
mismo que estos seguidores alemanes, tan contentos después de la paliza que les
metieron a los brasileños…
Pero, esperad un momento, que me llaman por
teléfono. Ring, ring, ring…
-Sí,
dígame.
-Soy
el jefe de la tribu Aquetemeto de Nueva Guinea.
-Vaya
sorpresa, ¿Y qué quería usted, señor jefe de la tribu?
-Pues
advertirte que ya está bien, que no pongas ni una foto más de mis vecinos. ¿Qué
te has creído… compararnos a nosotros con esos salvajes de hinchas del Mundial?
Nosotros cuando perdemos un partido, porque también jugamos a un juego parecido
al fútbol, que se llama lobtúf, no
quemamos tiendas ni autobuses, entre otras cosas porque no los tenemos, pero,
en su defecto, no quemamos cabañas ni palmeras ni agredimos a nadie. Así que estás
avisado, eh, que hasta ahí pueden llegar nuestras flechas que solo utilizamos
contra desgarramantas faltones como tú.
Y
colgó. Oye, qué carácter. Así que, por si acaso, a partir de aquí solo
publicaré fotos de asistentes a los mundiales… y tampoco tantas, no sea que
también se ofendan.
Más
Españoles.
Seguidores Brasileños... sin imaginar la que se les venía encima. Y antes de que los colores
se corrieran con las lágrimas, de tanto llorar la derrota.
Mexicanos cariñosotes.
Franceses de tres en tres.
Cubano o Estadounidense, vaya usted a saber, que en los colores coinciden… y
solo en eso, afortunadamente.
Estos
dos entusiasmados paisanos son de Dinamarca,
que si los viera el príncipe Hamlet…
Lo
mismo que estas dos jóvenes, pero Hamlet
ya pensaría otra cosa de ellas, digo yo.
En
fin, creo que ha sido una buena muestra de costumbres de seres de la misma
especie. ¿O no?
Breverismos
505) FUTBOLISTA
ESTRELLA 1
PRECAVIDO
-Sí, claro, me
voy a arriesgar a que me den una patada… -dijo el Futbolista Estrella,
negándose a salir a jugar al campo.
Y el entrenador,
comprensivo, dejó que siguiera sentado en el banquillo jugando con su
Play-station.
512) FUTBOLISTA
ESTRELLA 2
SECRETARIO
El futbolista
estrella tenía un secretario que se entrenaba por él.
530) FUTBOLISTA ESTRELLA 3
SÍMBOLO
Costó tanto
dinero su fichaje que el entrenador jamás lo sacó a jugar.
-No vamos a
correr el riego de que le den una patada y nos lo desgracien –declaro el
entrenador.
Y lo mantuvo en el banquillo como símbolo del
Futbolista Estrella por excelencia.
Mañana algo menos futbolístico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario