jueves, 10 de julio de 2014

BREVERISMOS. JUEVES 10 DE JULIO DE 2014

Hace tiempo, después de ver en televisión parte de un partido de fútbol –soy incapaz de ver un partido entero- que se celebraba, creo que en Alemania, le comenté a una amiga:
       -Es curioso, los espectadores alemanes daban los mismos saltos, coreaban las mismas consignas y cantaban las mismas canciones –en alemán, claro- para animar a su equipo que en España. Es decir, actuaban como el público español.
       Y mi amiga me dijo:
       -Claro, como que pertenecemos a la misma especie y, por lo tanto, los comportamientos, si no iguales del todo, sí son muy parecidos. Y ya pueden ser alemanes, búlgaros, brasileños o chinos: todos de la misma especie
       Así, por lo tanto, los asistentes a los partidos de los mundiales en Brasil se pintan la cara como los habitantes de las tribus de Papua y Nueva Guinea, allá en las antípodas. Y si en los mundiales los asistentes se pintan la cara para celebrar sus festejos… pues igual que en las lejanas tribus.
       Aquí está la muestra:

       Este señor es de Papúa.

       Y este otro un espectador de España, que se puso así ante la humillante derrota de su equipo ante Holanda.


       Este caballero es un tranquilo habitante de una tribu de Nueva Guinea.


       Y este un espectador de Holanda de aspecto nada tranquilizador.
       Y como ya he indicado que ambos grupos pertenecen a la misma especie, sí quiero especificar que, cuando pierde su equipo, los llamados hombres civilizados se ponen agresivos, insultando, agrediendo a los seguidores del equipo contrario y provocando disturbios, sobre todo si ha sido vencido. Mientras que los llamados salvajes, se toman las cosas con más calma.

 

Unos se pintan la cara de amarillo.

 
       Otros de azul.

       O pintadas así, a franjas en rojo y amarillo.


       O así, con los colores de la bandera de Brasil, pero la verdad, puestos a elegir...

       Y ya puestos, los hay así de exóticos, como en esta foto de mi amigo Pedro Saura.


       O así, que mira que contenta está la chiquilla.


       También compaginan la cara pintada con tocados aparatosos.


       Lo mismo que estos seguidores alemanes, tan contentos después de la paliza que les metieron a los brasileños… 
        Pero, esperad un momento, que me llaman por teléfono. Ring, ring, ring…
       -Sí, dígame.
       -Soy el jefe de la tribu Aquetemeto de Nueva Guinea.
       -Vaya sorpresa, ¿Y qué quería usted, señor jefe de la tribu?
       -Pues advertirte que ya está bien, que no pongas ni una foto más de mis vecinos. ¿Qué te has creído… compararnos a nosotros con esos salvajes de hinchas del Mundial? Nosotros cuando perdemos un partido, porque también jugamos a un juego parecido al fútbol, que se llama lobtúf, no quemamos tiendas ni autobuses, entre otras cosas porque no los tenemos, pero, en su defecto, no quemamos cabañas ni palmeras ni agredimos a nadie. Así que estás avisado, eh, que hasta ahí pueden llegar nuestras flechas que solo utilizamos contra desgarramantas faltones como tú.
       Y colgó. Oye, qué carácter. Así que, por si acaso, a partir de aquí solo publicaré fotos de asistentes a los mundiales… y tampoco tantas, no sea que también se ofendan.

 

       Más Españoles.

 

       Seguidores Brasileños... sin imaginar la que se les venía encima. Y antes de que los colores se corrieran con las lágrimas, de tanto llorar la derrota.

 

       Mexicanos cariñosotes.


       Franceses de tres en tres.

 

       Cubano o Estadounidense, vaya usted a saber, que en los colores coinciden… y solo en eso, afortunadamente.


       Estos dos entusiasmados paisanos son de Dinamarca, que si los viera el príncipe Hamlet

      

       Lo mismo que estas dos jóvenes, pero Hamlet ya pensaría otra cosa de ellas, digo yo.
       En fin, creo que ha sido una buena muestra de costumbres de seres de la misma especie. ¿O no?


       Breverismos

505)  FUTBOLISTA ESTRELLA 1
         PRECAVIDO
-Sí, claro, me voy a arriesgar a que me den una patada… -dijo el Futbolista Estrella, negándose a salir a jugar al campo.
Y el entrenador, comprensivo, dejó que siguiera sentado en el banquillo jugando con su Play-station.

512)  FUTBOLISTA ESTRELLA 2
         SECRETARIO

El futbolista estrella tenía un secretario que se entrenaba por él.

530)  FUTBOLISTA ESTRELLA 3
         SÍMBOLO
Costó tanto dinero su fichaje que el entrenador jamás lo sacó a jugar.
-No vamos a correr el riego de que le den una patada y nos lo desgracien –declaro el entrenador.
Y lo mantuvo en el banquillo como símbolo del Futbolista Estrella por excelencia.


Mañana algo menos futbolístico.

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