Nueva
York
es una ciudad que da para mucho, que por eso dicen que es la Babilonia actual… lo cual es hablar por hablar
ya que de la Babilonia
real tampoco se tienen tantas referencias. Pero en fin,
vamos allá para mostrar una de las fotografías de la ciudad que, sin aparecer
en ella –solamente allá abajo, a lo lejos- es de las más conocidas.
Esta es la fotografía
citada que, seguro, todos conocéis. En todos los pies de fotos en prensa y los
miles de formatos de póster en los que se ha reproducido figura como que es la
del descanso de unos obreros durante la construcción del Empire State Building,
ese edificio que da tanto juego también, del que hemos hablado ya en este blog
y del que volveremos a hablar.
La
foto –que lleva el título de Lunch atop
a skyscraper (Almuerzo en lo alto de un rascacielos)- fue tomada el 29 de septiembre de 1932 por Charles Ebbets… pero no en las obras del Empire State, sino durante
las del RCA Building. Once obreros, a falta de mejor sitio,
descansan tras el almuerzo sentados sobre una viga a la altura del piso 69 con
el vacío a sus pies… sin imaginar que la escena se convertiría en un icono del
siglo XX. Aunque se sospecha que la foto fue un posado de los obreros a instancias del fotógrafo, que preparó la instantánea.
Las
que sí son fotos de la construcción del Empire
State Building son las que se realizaron en 1930 por encargo del periódico Washington Post, que publicó el
reportaje bajo el nombre de Balancing on
the Empire State (Balanceándose sobre el Empire State)
¡Y
tan balancing! Solo con verlas se me sube el estómago a la boca.
Aunque también
trabajaron inmigrantes recién llegados de Europa, sobre todo irlandeses. En las
fotos aparecen trabajando en el edificio situado en la Quinta Avenida esquina a la
calle 34, tan tranquilos.
Aquí los vemos
trabajando en el ensamblaje de las vigas de la estructura metálica del edificio,
que subió más de 200
metros , hasta el piso 71.
Aunque
también el fotógrafo los sacó echando una cabezada… con el edificio Chrysler, de arquitectura Art Decó
construido en 1928, al fondo, otro de los rascacielos míticos de la ciudad.
Y
durmiendo en sus ratos de descanso… aunque también hay
sospechas de que estas últimas fotos fueran posados, es decir, preparadas a tal efecto
porque no cabe en cabeza sana dormir la siesta en lugar tan peligroso e
incómodo.
En
fin, ya que nos hemos dado un paseo de vértigo, ahí van los Breverismos de hoy.
Breverismos
5876) SATI-INSATIS
Al no
satisfacerle su trabajo buscó uno satisfactorio. Y al no encontrarlo optó por
seguir insatisfecho… aunque tumbado todo el día pensando: que trabajen ellos.
7310) HERRERO ERRADO
El herrero erró el golpe con la
herramienta, y en lugar de darle a la herradura de hierro se lo dio en un dedo... de carne, para su desgracia.
7152) TRABAJO
La entrevista en
el INEM fue un desastre: me dieron el trabajo.
Y ya que de Nueva York
hemos hablado nada mejor que dos películas para que echemos una ojeada a la
ciudad.
Hay cientos de películas en las que Nueva York es tema y fondo, así que
he elegido dos muy distintas. Una de ellas ya recomendada en este blog, pues
por ella no pasan los años: Manhattan del
gran Woody Allen.
La
otra película recomendada es un clásico noir (como se dice ahora) La jungla de asfalto (cuando vivía en
Nueva York mi amigo Pedro Arranz,
cada vez que me telefoneaba me preguntaba: ¿Qué tal por la jungla de asfalto?)
Estrenada en 1950 es
obra del también grande John Houston en
la que aparece, bellísima, Marilyn
Monroe en uno de sus primeros papeles largos.
100% Recomendable.
Además os ofrezco una primicia: 2 minutos de una escena de la película, con una Marilyn espléndida. Atención al final, no perdáis detalle cuando su "tío", el actor Louis Carlhen, dice lo que hubiéramos dicho todos al ver cómo salía Marilyn de la habitación: Qué portento de criatura.
Mañana a otro tema.
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