-Buenoooo…. Te la has liado.
-Anda, pero si es el espía. Cuánto tiempo sin
verte.
-No disimules, te decía que te la has liado.
-¿Yo? Pero si no he echo nada…
-Echo sin hache no, pero hecho con hache sí.
Anda, repite y pon la hache.
-¿Yo? Pero si no he hecho nada.
-¿Qué no? Mira que te lo advertí. En la entrada de
ayer publicaste una serie de palabras prohibidas, palabras que, por si no lo sabes, aunque te lo he dicho muchas veces, inmediatamente
van a parar a los ordenadores de la
NSA , la CIA
y el FBI.
-¿Cómo por ejemplo…?
-Como por ejemplo, como por ejemplo… Pareces
tonto. En el blog de ayer citabas nada menos que a Bin Laden, Wikileaks, Snowden…
-Y también a Alan Rusbridger, el director de
The Guardian, y a Chopin.
-A Rusbridger
lo tienen vigilado desde que se levanta hasta que se acuesta. En cuanto al tal Chopin, los tiene desconcertados,
porque no localizan ni su número de teléfono ni su correo electrónico. Y ahora espera,
que voy a echar –no sé si con hache o sin hache- un cigarrito.
-Por cierto, a ver si cambias de foto, que ya esta bien la del
sombrerito.
-Es que es la que más me gusta. Porque en las demás estoy
disfrazado para pasar desapercibido. Como por ejemplo en esta.
-Hombre, desapercibido, lo que se dice desapercibido…
-A veces también me disfrazo así.
-Pues no sé yo…
-O así.
-¿Así? Pero tú sabes quién es…?
-Claro, por eso me disfrazo así, para pasar
desapercibido. Porque si quisiera que todo el mundo me mirara me disfrazaría
así, de presunto chorizo.
-Si, si, presunto... a este lo miran más que al otro, pero así disfrazado seguro que ibas a la trena.
-¿Tú crees? No sé, no sé… También me disfrazo
así.
-Mira, pues así mejoras. Este disfraz está muy bien, tengo que reconocer que mejora tu imagen y semejanza.
-En fin, que tengo que irme. Pero ya te he
avisado: tú ya sabes, no vuelvas a escribir las palabras que te he dicho,
porque pones a trabajar a quien ya sabes para localizarte y espiar tu blog.
-O sea, que no puedo citar a…
-¡¡Calla!! Desgarramantas, que eres un
irresponsable. Lo dicho, ten cuidado que el que está aquí abajo es el ojo que
todo lo ve. Y aunque nos hagan creer que es el de Dios, resulta que este Dios vive
en Washington.
-Pues dame su dirección que le voy a poner a
caldo.
-A caldo sí que te van a poner a ti como sigas
así. Adiós, desgarramantas, hasta otra.
Y como vino se fue mi
amigo el espía que tan buenos y prudentes consejos me da, convertido ya en Asesor de Prudencia y Miedo en el Cuerpo
de este blog.
Breverismos espioneros
2473) AGENTE TRIPLE
El agente doble,
al final, ya no sabía para quién trabajaba, así que se puso a las órdenes de un
tercer país para ver si así se aclaraba.
7282) ESPÍAS
El espía y el espiado se hicieron
amigos, sin sospechar el espía que el espiado era él por el espía que se hacía pasar por espiado.
7422) LAS PAREDES OYEN
Cuando le
dijeron al espía sordo: Sé prudente, las paredes oyen… creyó que le tomaban el
pelo.
Películas de espías y espiados hay muchas,
tantas que finalmente me he decidido por una de las más recientes: Infiltrados,
del gran grandísimo, (aunque sea bajito) Martin Scorsese. Y con el excesivo, pero igual de grande, Jack Nicholson, que se come a los dos buenos
actores que le acompañan: Leo di Caprio y Matt Damon. En fin, que os gustará.
Mañana más de otro tema (y no pongo el día para no equivocarme)
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