Es un péndulo esférico que puede diseñado por el físico francés León Foucault (1819-1868), el señor tan adusto del grabado de encima de este texto. Y lo hizo para demostrar la rotación de la Tierra en torno a su eje. El péndulo puede oscilar libremente durante horas en cualquier plano vertical.
La primera demostración pública de la rotación de la Tierra la hizo Foucault en 1851, con su péndulo fijo a la cúpula del Panteón de París. Una vez lanzado su movimiento duraba seis horas.
Si queréis una información más completa -que tampoco es cosa de que uno se ponga científico a estas horas- no tenéis más que picar en la letras de Google de hoy y ya está, que los chicos googleianos lo hacen muy bien.
Os aconsejo que si visitáis Valencia veáis el péndulo que se conserva en el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, que es el de la foto de arriba. Es uno de los más largos del mundo, con 34 metros de longitud. Su giro completo es de 34 horas.
También en La Coruña, en el Museo de la Ciencia, se puede contemplar el Péndulo de Foucault más antiguo de España. Merece la pena verlo en movimiento casi continuo.
Como hoy viene a cuento, pues recomiendo la novela El Péndulo de Faucault, del semiólogo Umberto Eco devenido en novelista de éxito a partir de su obra El nombre de la Rosa.
En la novela, publicada en 1988, aparecen referencias a la cábala, el esoterismos, la alquimia, los templarios, los jesuitas, sociedades secretas, conjuras... es decir, los ingredientes típicos de todo best-seller que se precie, con el atenuante de estar muy bien escrita, que para eso Umberto Eco lo hace muy bien... aunque a veces se ponga un poco plasta.
79) INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Los creadores de la Inteligencia
Artificial se deprimieron profundamente al comprobar que era
mucho más inteligente que la suya.
326)
CEREBRO
Cuanto más profundizaba el científico en el
estudio del cerebro humano más se sorprendía de que lo tuviéramos, incluso de
que a veces lo usáramos.
638) CIENCIA Y RELIGIÓN
-La
Ciencia , a diferencia de la Religión , es objetiva y
se apoya en hechos demostrables -aseguró en científico medieval. Y añadió-
Conclusión: la Tierra
gira alrededor del Sol y la sangre circula por las venas: y lo puedo demostrar
para mayor gloria de la
Ciencia.
Y lo quemaron en la hoguera… para mayor gloria de
Dios.
En fin, mañana más de lo que sea.
Pues mira, así de lejos, en pequeño y sin gafas de juventud el dicho péndulo me parecía una pizza de la que salía humo. Hay que ir a revisarse las meninges, que ya veo que cada día se perjudican más. ¡¡¡ Esta imaginación, que un día de estos nos pierde o nos encuentra, vete a saber!!!!!.
ResponderEliminarDe todas formas en mi ignorancia extrema a los hombres tan listos, que inventan estas cosas tan buenas yo les entiendo mal. No me apaño bien con todos los soñadores prácticos, no te creas.
En cuanto a Santiago voy a decirle dos cosas pero bien dichas, mira Santiago, don Antonio, él mismo me ha arrancado con sus dientes que aún los tiene fuertes el último esparadrapo. Y en procesión y muy ceremonialmente hemos ido los tres juntos al cajón de las medicinas, y hemos tirado el carrete de esta cosa que pega enterito y tiritas que había y todo lo que pudiera inhabilitar mis dedos. Se acabó. Por hablar que no quede, que esto de tener boca (o tecla) sirve para comunicarse y a mí me pone.
También hemos llevado a las farmacias todos los medicamentos para el alma, que también la tenemos bastante sana. Con la alegría y el mate y el vino, y algún chupito extra vamos que te pasas. Y si me apuras sin nada, a palo seco, ya estamos bastante contentos. ¿Te parece poco estar bien rodeado? ¿Acaso no me rodeas tú y Quino de mis entretelas, que además me contesta….?
¡¡¡¡Hombre ya!!!!! (Pronúnciese lo más castizo que se pueda). A escribir.
El mes que viene volamos a Madrid de promoción, que lo sepáis.
Hala montones de besos, de los buenos.
Isabel
¡Qué bien que el mes que viene vengas! Volando vas, volando vengas como decía mi amigo Camarón, pero mate no me traigas -y tampoco jaque- que ya sabes que lo mío es el gin-tonic y el vino blanco frío, las mejores medicinas para el alma.
ResponderEliminarTengo un amigo hipocondríaco por parte de padre que ha mejorado muchísimo de sus enfermedades imaginarias desde que me hizo caso y cambió sus medicinas por ginebra... y no la que se llevó al huerto sir Lancelot du Lac, precisamente.
En fin, que en cuanto consigas librarte de los ardientes brazos de Ricardo ya sabes que por estas tierras se te quiere. Mientras me entretendré haciendo girar el péndulo de Foucault que tengo colgando en mi cuarto de estar, que, oye, la verdad, es que es un mareo...
Quino
Pero vamos a ver Quino de mis entretelas,¿por qué tengo que librarme de unos abrazos que encima son ardientes? Pero ¿cuándo has visto tú que alguien desperdicie semejante cosa? Bueno a lo mejor Schopenhauer, que no se lo terminaría de creer y elegiría al perro antes que a la mujer, pero yo desde luego no pienso hacerlo así próximamente.Con lo friolera que soy.
ResponderEliminarY digo yo que si sigues así mirando el péndulo durante un mes, hasta que yo vaya, vas a perder la posición vertical que es lo que a simple vista más nos diferencia de los monos.¡Tienes unas cosas!
Anda insensato, asómate a la ventana y respira. Y por si no te has dado cuenta mira tus seguidores.Que para una foto en la que ...la de cuando era negra es más antigua y si defiendo la verdad tendré que ser coherente y dar la cara, que es de compactos.
¿Habéis leído 84, Charing Cross Road de Helene Hanff? Pues esto cada vez se parece más, con lo interesante que es la librería cuando entras.
¿Qué te llevo, chorizos criollos?
Un beso muy grande. Buenas noches y que tengáis felices sueños.
Isabel
Pero bueno, Isabel querida y perdida en la lejana y misteriosa Pampa, no solo te has hecho seguidora fiel sino que, además, con foto propia y no como tu vecino de seguiduría José Luis del Molino, que resulta que es un gato.
ResponderEliminarNo te he contestado antes porque estoy espolinando el igloo, que ya sabes que es de alquiler y me gusta, cuando lo dejo, dejárselo bien limpio a la dueña, que tú no sabes cómo son las esquimalas cuando se ponen. Tenía prisa por publicar el blog y no leí el comentario del día anterior, así que ahora sí: gracias por tu comentario... qué sería de este blog sin tu adicción al teclado y tu gracia y donaire.
En fin, que voy a seguir limpiando, que el hielo atrapa muchas pelusas y pasado mañana vuelvo a Madrid... y no como otras.
A ver si te gusta el blog de hoy, aunque es muy pío.
Quino
No si a mí lo que me da cosa es que el gato de al lado deje de tenerme cariño y en dos o tres arañazos me deje tuerta.
ResponderEliminarAsí que vuelves mañana? Pues vete metiendo el agua en los cacharros de los cubitos para que se congelen y vayamos adelantando... en lo del gin-tonic que nos vamos a tomar en octubre, en cuanto vuelva esta que lo es.
¿Qué me dices de esa amplia sonrisa que te dedico alma errante? Esto no tiene precio. Qué divertido.
Tampoco ahora te suena mi cara? Hay que ver, fue muy rápido. Pregúntale a Antonio, que a lo mejor tampoco. Os puedo asegurar que invisible no soy, será que tenéis una pésima memoria, ¡¡¡¡hombre ya!!!!! Es que la foto fue un buen momento.
Mil besos querido.
Isabel
Hirosima mon amour, sé quien eres desde el primer día, desde aquel que diste la pista de que eras amiga de un amigo que ya no era amigo que a su vez era amigo de Antonio... ¡¡La gallina!! Y no voy a decir que me hiciste tilín porque eso lo decía mi tía Hortensia cada vez que veía a un militar, que se ve que le tiraban los uniformes de la sisa. Pero, en fin, que sí que brillabas en aquella mesa cervecera de la Feria del Libro, por eso te recuerdo perfectamente. Pero he disimulado todo este tiempo por el qué dirán que suelen decir los que no se fijan en las mujeres estupendas que avizoran. Así que ya sabes, Isabel, sé quien eres y tú ya sabes lo que dijo al respecto tu amigo que ya no es tu amigo y que ahora campa por tierras asturianas (pista)
ResponderEliminarBesos y abrazos, muchos, de tu amigo Quino.
Ah, y también, pero menos apretados, para tus memorables vecinas.
Ay Quinito, Quinito, qué astuto. Así que brillaba, anda picarón, qué estarías tomando tú……
ResponderEliminarBueno, ahora que estamos tan agustito, como decía el maestro en un arranque de alcohol, y que ya estamos cada uno en su sitio, que es donde hay que estar, ahora que ya nos conocemos todos a todos e incluso sabemos de qué pie cojeamos, ahora ya digo, ayyyyyyyyyyyyyyyy, qué alivio, es como descorrer una cortina o salir de un armario oscuro.
Pues sí señor, la misma. Algunos retoquitos del tiempo, pero imperceptibles.
Hala voy a escribir en tu blog de hoy
Isabel