Hoy, último día de la semana (os recuerdo que volvemos a las andadas: los sábados y los domingos no publicaré el blog), escribiré, agnóstico que soy por parte de padre, sobre un milagro: el llamado Sistema Abreu.
José Antonio Abreu nació en 1939 en Venezuela. Economista y educador es, ante todo y afortunadamente Músico, así, con mayúscula. Fundó en 1957 el Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, una red de orquestas infantiles, juveniles y coros que cuenta con 300.000 jóvenes músicos.
Abreu puso en marcha un método de educación innovador para, prioritariamente, sacar de la calle a niños y jóvenes que, de no haber sido así, habrían acabado en la delincuencia o la política (tanto monta). Para este loco soñador -de los que tanta falta hacen- la música es la principal vía para el mejoramiento, social e intelectual. Su máxima expresión musical la tiene en la Orquesta Sinfónica de la Juventud Venezolana Simón Bolívar , que actúa y cuenta con respeto y reconocimiento en todos los escenarios del mundo.
El Sistema Abreu fue Premio Internacional de Música de la UNESCO en 1993 y Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2008... entre otros muchos galardones. El reconocimiento les ha llegado en forma de ayudas y premios desde todas las partes de este mundo que, de vez en cuando, aunque muy de vez en cuando, parece que piensa y que tiene una pizca de sensibilidad.
En 2009 recibió el Premio del Foro Económico Mundial, que tampoco se estiró tanto puesto que el premio fue de 100.000 dólares... y tuvieron el valor de añadirle al cheque estas palabras: "El maestro Abreu ha transformado la vida de decenas de miles de niños... a través de la música clásica". En fin...
Los niños, en sus actuaciones, visten uniforme con la bandera de Venezuela. Y ahora, cuando después de tantos años de trabajo son famosos, todos se quieren hacer la foto con ellos, mientras que en un discreto segundo plano, Abreu sonríe.
Y allí corre el impresentable del presidente Maduro, lo mismo que corrió el más impresentable aún de Chávez, fingiendo que se emocionan con algo en lo que ellos no han colaborado, que les viene demasiado grande y que les supera por los cuatro puntos cardinales. Esto sí que es una revolución Bolivariana, señor Maduro, aprenda y madure.
Pero por encima de los premio, doctorados y reconocimientos está la labor callada de Abreu que asegura que la palabra la tiene siempre la música: "Vamos a mostrar a nuestros hijos la belleza de la música y la música revelará a nuestros hijos la belleza de la vida".
Y ahí va una muestra, pequeñísima del buen hacer y mejor tocar de esta excepcional orquesta, con opiniones de expertos que ahora, cuando todo el trabajo está hecho y subidos al carro, opinan. Pero bueno, al menos eso es más que nada.
Breverismos
425) RAP Y BEETHOVEN
Al volverse loco el cantante de Rap, en lugar de oír voces, oía los
coros del cuarto movimiento de la Quinta Sinfonía de Beethoven.
1199) MISIÓN IMPOSIBLE
Se empeñó, como Tom Cruise, en una Misión
Imposible: tocar la Quinta Sinfonia de Mahler a
la zambomba. Y dadas las limitaciones lógicas del instrumento hay que
reconocerle el mérito, ya que llegó a tocarla (la zambomba y la sinfonía) con
bastante precisión.
3313) DE
OÍDO
El pianista sordo tocaba de oído.
El lunes, un poco de otra cosa
¿Por qué Chávez o Maduro son impresentables y Porfirio Lobo no? Ah, ¿qué quién es Porfirio Lobo?
ResponderEliminar¿Son más o menos impresentables que Rajoy y Zapatero?
¿Ya te están engañando los mass-media?
Que sí, que sí, que también Zapatero y Rajoy son impresentables... pero por lo menos no le cantan el "Cumpleaños feliz" a sus mujeres con letra de bolero dulzón en la TV como hacía el impresentable -repito- de Chavez. Ni hablan por la sufrida TV cinco o seis horas, siguiendo el intoxicante canon de su patrón Fidel Castro. El hecho de que dijera que Bush olía a azufre no aporta nada a su impresentable figura.
EliminarDigo yo, así que... lo digo.
Quino
Y ya puestos, ¿quién diablos es Porfirio Lobo? se preguntó la oveja.
EliminarYo conocía el proyecto M.U.S.E. un programa pedagógico ideado por Yehudi Menuhin. Además creo que hasta hace bien poco seguía en marcha, al menos en uno de los colegios que conozco. Creo que les fue a visitar antes de morir incluso.
ResponderEliminarAllí en los cambios de clase, en las entradas y salidas sonaba música clásica. Y sé que los alumnos participaban de manera muy activa en muchas actividades relacionadas con el proyecto.
"Las Artes en el Programa MUS-E® son el centro y el vehículo de transformación de las actitudes insolidarias en actitudes de respeto, de las diferencias en actitudes de diálogo, ayudando al encuentro y la inclusión.
Refuerzan la construcción de la personalidad del niño/a al potenciar el intercambio y la creatividad, posibilitando de esta manera ser persona con todo el cuerpo, con el conocimiento y con el afecto."
Por lo que he leído, me parece que Abreu fue primero, no lo sé y para el caso da lo mismo, la esencia no cambia.
¿Ves? Más soñadores prácticos. No, si al final vamos a tener razón.
Las medallas que se las pongan aquellos a quienes les hagan falta, pobres. Cuando uno consigue ser feliz con lo que hace, yo por lo menos, y si además hace algo bueno, hermoso o útil, regala las medallas a los que no suelen ser los más listos y que las necesitan tanto como las fotos.
Ya sé quién es “Pepe”
Isabel
¡Que mañanita! A ver, querida Isabel, ¿quién es "Pepe". ¿Y sabes quién era Porfirio Lobo, el que cita Antonio más arriba?
EliminarYa conocía el proyecto del grandísimo Yehudi Menihin... pero en cuanto al poder transformador a mejor de la música tengo mis dudas, pues no debemos de olvidar que a Hitler le entusiasmaba Wagner y escuchaba con pasión todas sus óperas (que a lo mejor por eso tenía la cabeza como la tenía, porque Wagner poquito a poco, muy bien, pero así de golpe...). Y tampoco podemos olvidar que Heydrich, el artífice de la solución Final, que llevaría a las cámaras de gas a millones de judíos era un reputado violinista que se emocionaba hasta las lágrimas con Beethoven y Mozart (ambos alemanes, para más señas, que a lo mejor era por eso, porque se sabe que odiaba a Mendelshon porque era judío).
Habrá que averiguar si Stalin también era melómano.
En fin... Besos, que es lo que al final vale.
Quino
A ver que me estás liando. Porfirio , Porfi, para su chica, es Pepe, para sus asesores o allegados. Si o no? A ver Menuhin se refería a las artes en general, no sólo a la música, que efectivamente deleita también a los engendros. Y otra cosa, en la mesa de al lado de la mía , aquí en Buenos Aires, tengo comiendo a dos carrillos a la mismísima Botella. Voy a ponerme gafas de espiar y otro día os lo cuento. Anda si acaba de entrar el Príncipe. Uffff. Chau. Isabel
EliminarNo estoy de acuerdo con lo que dice Elvira Lindo hoy en su artículo “Un rancio, por favor”, porque yo creo que con un rancio cerca lo único que se consigue es olor a tocino…rancio, encima. Pero me ha gustado mucho el inicio, porque queda claro que las apariencias… casi nunca son lo que parecen.
ResponderEliminarY como una cosa lleva a la otra y nada es casual, dicen… acabo de chocarme en la pantalla con el discurso en inglés de la misma mujer que ayer engullía chorizos a manos llenas, sin tenedor ni nada, en un restaurante de Buenos Aires. Es verdad que en ambos escenarios el estilo era el mismo, ninguno. La inelegancia.
Luego, en un giro de su densa cabeza nos reconoció, vio a mi bellísimo Ricardo y fue ahí cuando le cambió la expresión al tiempo que cambiaba la dirección de su mirada, que clavó iracunda en mí. Lo siguiente fue muy rápido, algo oscuro como una sombra, como en la película La Momia, recorrió el restaurante. A partir de ahí lo poco que recuerdo se parece más a una ensoñación que, por supuesto, os voy a contar.
El gesto de la persona que come como si se fuera a acabar el mundo se transformó en rostro adusto marca Torquemada (que también era de procedencia nacional). A este personaje nebuloso le brotaban del pecho escapularios y medallas de Santa Rita y San Judas Tadeo (ambos tendentes a intentar resolver lo imposible, dicen) Una de las imágenes me gritó:
- Ese blog, ese blog…. ¡Ya está bien! Diles que tanta irreverencia traerá rayos, truenos y centellas…sobre vuestras cabezas y se abrirá internet y os devorará y las teclas os darán calambres en los dedos y pasaréis a las listas negras más negras del universo global. ¿Dónde se esconden el señor de la zanja y los otros?, preguntaba inquisitivo…
Ahí me desmayé. Ya sabéis que en situaciones límite, yo me desmayo.
Así que sí, besos, que es lo más lúcido que has dicho en el blog y mira que estás loco. La verdad más grande de todo este tiempo, lo único que vale son los besos... pero ¿y el de Judas? Hala, ya se me ha desmoronado el argumento.
Isabel.