¿Qué isla te llevarías a un libro? No, no me he equivocado. Porque son las islas, las reales y las mentales, las que están más a mano, esas en las que quisiéramos desaparecer de vez en cuando (en mi caso cada vez que veo un telediario... y eso que desde hace un par de años los evito, para que no me salpique la sangre).
Pues bien, a lo que íbamos: como ya quedan pocas islas desiertas me refugio -os aconsejo que hagáis lo mismo- en la isla del libro, o de la buena peli, que las hay, o de una canción que te permita pasear durante unos minutos por su playa contemplando como, tras de ti, van quedando las huellas de tus pies descalzos en la arena.
Y ya que hablamos de huellas en la arena recordemos las que vio Robinson Crusoe en la isla que creía suya, pero que compartió con un nativo al que llamó, ocurrente él, Viernes.
Este caballero tan adusto él es Daniel Defoe (1661-1731) escritor y periodista inglés, autor de Robinson Crusoe, una novela inmortal, que como tal aquí aparece.
De esta novela se han hecho muchísimas ediciones en todos los idiomas. Y si elijo esta con esa horrible portada es porque se ve a Robinson alucinado ante la huella de un pie humano en la que creía su exclusiva isla. No recomiendo ninguna edición en especial, que yo encontré una rarísima en los puestos de libros de la Cuesta de Moyano traducida por Julio Cortazar. Lo mismo que no recomiendo ninguna película de las muchas que se han hecho, elegid vosotros.
Otra obra menos conocida de este autor, pero igualmente excepcional, es la titulada Moll Flanders.
Narra la vida de una mujer valiente, echada "palante" y provista de un coraje inusual y difícil de aceptar en su época. También se han realizado unas cuantas películas sobre esta novela, que el tema cunde mucho. Así que recomiendo la más reciente.
Estrenada en 1996 y dirigida por Pen Desham ofrece, con habilidad y sensibilidad, la vida en la Inglaterra del siglo XVIII, protagonizada por Robin Wright y un enorme, como siempre, Morgan Freeman.
En fin, lo dicho: allá cada cual con su isla, que ya sabéis: ante los avatares y puñaladas traperas del destino búscate una buena isla... que a lo mejor está en el sofá de tu casa, que todo es echarle imaginación. Además, siempre te quedará Mozart...
Breverismos
1332) LICENCIA POÉTICA
1340) TO BE…
Sentado ante una resma de papel, Miguel de
Cervantes mojó su pluma en tinta y escribió: To be or not to be… sin saber que en ese preciso instante, William Shakespeare, allá
en la Pérfida Albión ,
escribía: En un lugar de la Mancha … ¿O fue al
revés? Es que con los años, la memoria, a veces…
1550) EL LOCO Y EL POETA
Un loco le preguntó a un poeta:
-¿Qué escribes?
-Una carta de amor –respondió el poeta.
-Pues parecen versos.
El poeta siguió escribiendo sin hacer caso del
loco, que seguía
mirando por encima de su hombro.
-Pues parecen versos, repito.
-Pues no lo son, amigo mío, así que déjame en paz, no seas pesado,
no me
interrumpas, que lo que estoy escribiendo es, simplemente,
mi forma de hablar
con ella.
Mañana, algo de otra cosa.
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