¡¡Ánimo, a ganar la batalla, que todo lo que sea oponerse al ministro Wert, batalla es!!
Desde aquí mi solidaridad más encendida con todos los profesores, alumnos y padres de alumnos que se oponen a la apisonadora Wert, que no quiere parar hasta aplanar y hasta aplastar a la Enseñanza Pública.
¡Ánimo, camisetas verdes!, que cada vez es más verde la calle... sobre todo y ahora en Baleares. Así que este blog les manda un saludo en su idioma natal: ànims samarretes verdes balears, que des d´aquest blog us envio energia i abraçades... antes de que tenga que enviárselo en inglés, alemán, sueco y estonio, que parece ser que quieren que los alumnos de las islas sean octolingües, o como se diga.
Por qué la política le tendrá tanto miedo a los libros, ¿verdad? En fin, y ahora, para que los lectores del blog sonrían un rato, cambio de tercio, que se dice.
Como he
decidido ponerme a régimen para intentar que desaparezcan de mis carnes los
abusos veraniegos que han sido muchos y abundantes, me despediré en la cena de
hoy con unos Duelos y Quebrantos. Se
lo comenté a mi amiga Pilar, ya
sabéis, la del blog de cocina El blog de
Pi, y me dijo que adelgazar, lo que se dice adelgazar, con semejante plato
no voy a adelgazar mucho, pero que es un plato exquisito, aunque de refinado no tenga nada.
Como referencia literaria e histórica de
este contundente plato se habla nada menos que en El ingenioso hidalgo don Quijote
de la Mancha , la
obra universal de la literatura española.
Pues bien, en el comienzo de la Primera Parte , don Miguel de Cervantes nos dice:
En un lugar de La
Mancha , de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho
tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín
flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más
noches, duelos y quebrantos los sábados,
lentejas los viernes, algún palomo de añadidura los domingos, consumían las
tres cuartas partes de su hacienda.
Intrigado con qué podrían ser los famosos
Duelos y Quebrantos de los que hablaba don Miguel consulté con don Ferran Adría, y me dijo que no tenía ni
idea, que lo suyo eran los huevos deconstruídos con aire de berenjena salvaje
hidrofilizada. Tras recuperarme de la náusea, como Jean Paul Sartre, telefoneé a mi tío Diógenes, el del pueblo, que
me dijo:
-Quinito Quinito, a quién se le ocurre. Tú
pregunta a los profesiones del colesterol,
así que apunta, apunta.
Y me dio la receta y una foto del plato,
que me envió por Internet.
Pero antes me dijo que los Duelos y
Quebrantos es un plato típico manchego de alto valor calórico. Su preparación
es muy sencilla al emplearse productos generalmente disponibles en las casas de
los labradores, como el tocino, los huevos y el chorizo, que es la mezcla más
común. También se le puede añadir, según las posibilidades, jamón y sesos de
cordero. Todo revuelto y frito en sartén. Se suele servir caliente en cazoletas
de barro acompañado de un vino de la región… para apagar el incendio estomacal
(mucho más eficaz que el Almax).
Sobre el hecho de que el plato
lleve el nombre de Duelos y Quebrantos parece ser que es porque hace mención al
quebranto del ayuno impuesto sobre la
carne de cerdo en la religió judía –kosher- y en la islámica –halal- y su
posterior duelo en el caso de haber
violado los preceptos del ayuno.
Por otra parte, el comer este plato en el
que la base era la carne de cerdo, era una afirmación de ser cristiano viejo
fuera de toda sospecha de ser judío o musulmán. Ya el lexicógrafo Covarrubias decía, en el siglo XVII:
todo cristiano viejo tiene en la despensa buena provisión de huevos y tocino.
Pues a pesar de todo, yo pienso adelgazar.
Breverismos
593)
HUELGA DE HAMBRE
Inició una
huelga de hambre por la Paz
en el Mundo… con la secreta intención de adelgazar los quince kilos que le
sobraban.
1272) EJERCICIO
El obeso decidió
hacer ejercicio: se puso como meta caminar treinta veces al día hasta el
frigorífico… ida y vuelta, claro.
1788) TOQUE DE QUEDA
Para evitar los
continuos viajes al frigorífico por parte del obeso, su mujer decidió imponer
el toque de queda en la cocina, desde el anochecer hasta que sonara el
despertador por la mañana.
Mañana otra cosa, si es que se me pasa la indigestión de las
12.000 calorías ingeridas.
Estupendo hoy.
ResponderEliminarIsabel
Breve pero contundente juicio, sí señora. Me encanta que te haya gustado.
EliminarQuino