Escribir sobre un personaje muy conocido es muy
difícil puesto que ya se ha dicho todo sobre él y su obra. Que es lo que pasa con El
Greco. Así que he decidido resaltar solamente aquellos aspectos menos
conocidos del pintor, sin centrarnos tanto en su vida y obra, que, como he
dicho, son sobradamente conocidas.
Y
coincidiendo que hoy es el Día del Libro
os hablaré de El Greco lector y de su biblioteca.
El Museo del Prado acoge hasta el 29 de junio la
exposición La Biblioteca de El Greco, formando parte en
paralelo de los actos que celebran el Cuarto
Centenario de la muerte del pintor griego en Toledo. Y dentro de la
exposición el museo ofrece hoy, miércoles 23 de abril, Día del Libro, un homenaje bibliográfico y musical. A las 20 y a
las 21 horas se ofrecerá a los visitantes, fuera de horario del museo, un
conferencia sobre los libros preferidos por el pintor y un concierto de música
de cámara por parte de Camerata Iberia
con piezas de la época en Venecia y Roma –lugares en los que residió el pintor
antes de instalarse en Toledo- y piezas de música del siglo XVI que se
escuchaban en el Toledo de aquella época.
Doménikos Theotokópoulos era un artista
cultivado, lejos del artista vehemente e impulsivo, y generalmente iletrado,
que creaba su obra por impulsos emocionales. Era un intelectual refinado amante
de la Ciencia ,
la Literatura ,
la Historia
y la Música. Culto
y elegante era también un hombre arrogante consciente de su valía como artista,
que apenas se relacionó con nadie que no entrara dentro de su círculo de
intereses –aristócratas, poderosos y hombres de la Iglesia- y que apenas si
aprendió a hablar español en los 36 años que vivió en Toledo, lo suficiente
para mantener sus interesadas relaciones.
Este
es el supuesto autorretrato del pintor.
Cuando
El Greco falleció, el 7 de abril de 1614, dejó tras de sí no solo una gran obra
pictórica, sino una escogida biblioteca. Gracias al inventario realizado en
1616 de los bienes dejados a su muerte se sabe, a través de su hijo, Jorge Manuel Theotokópoulos, que tenía
una biblioteca formada por 130 libros, cifra nada desdeñable para la época. 27
libros en griego, 67 en italiano, 17 en castellano y 19 ejemplares dedicados a
la arquitectura, su otra gran pasión. Su afición a los libros se refleja también
en sus cuadros, puesto que en muchas ocasiones añade a los personajes
retratados un libro abierto.
Como en este retrato
de don Rodrigo de la Fuente.
Óleo sobre lienzo ejecutado en 1585 que se conserva en el Museo del Prado.
La mano del caballero
se posa sobre las páginas abiertas de un libro, como se puede apreciar mejor en
este detalle del cuadro. Y sobre el libro la firma del pintor.
O también en este detalle
del cuadro de San Ildefonso, pintado años después, en 1603.
A
pesar de que su pintura es en gran parte de temática religiosa –es de suponer
que debido a su principal clientela- su biblioteca no lo era, ya que apenas
contaba con 10 libros sobre religión… que consultaba tan solo para adecuar su
pintura a los estrictos cánones de la Iglesia. Era un apasionado de Aristóteles, Dante, Petrarca y Jenofonte, pero sobre todo de los
libros científicos y de arquitectura, protagonistas
de la exposición de El Prado.
De
entre todos los libros expuestos destaca el Tratado de Arquitectura, de Vitruvio.
Esta joya bibliográfica, escrito en el año 15 d.C. está anotada profusamente,
con la letra menuda y precisa de El Greco, lo que demuestra que estudió el libro
con gran interés. Esta edición es de 1567. (otro día hablaremos del famoso Hombre de Vitruvio dibujado por Leonardo da Vinci).
Lo
mismo que el libro Vidas de los más
excelentes pintores, escultores y arquitectos, de Vasari. Este libro, publicado en 1556, también está muy anotado en
los márgenes, con inteligentes comentarios escritos con su pulcra caligrafía.
Cuatro
de los libros que se exponen, así como cartas y documentos fueron de propiedad
del pintor, y el resto son ediciones de
la época como los que poseyó, datos que se conocen gracias al inventario de su
testamento. Todos son propiedad de la Biblioteca Nacional.
En
fin, espero que os haya gustado este breve recorrido por la faceta lectora y
por la biblioteca del El Greco. En próximos blogs abordaremos su arte pictórico,
aunque tranquilos, que la expo de Toledo estará abierta hasta finales de junio.
Breverismos griegos
7198)
PÁGINAS AMARILLAS
Qué cosas… El Greco tenía 130 libros
en el año 1660 y yo, en 2014, solo tengo en casa los dos tomos de las Páginas
Amarillas.
7199)
RETRATO DELGADO
La única posibilidad que tengo de
adelgazar es que me retrate El Greco –pensó el obeso, acomplejado, ante El
Caballero de la mano en el pecho… pero con un bocadillo de chorizo en sus
manos.
7200)
LECTURAS DE AYER Y DE HOY
El Greco leía a Petrarca, Jenofonte,
Dante, Aristóteles y Vitruvio… y yo, 400 años después aquí estoy, leyendo a
Harry Potter.
Mañana
ya veremos… pero seguro que algo caerá.
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