Con la francesa Camille Claudel (1864-1943) se cometió la gran injusticia de darle
un lugar en la Historia
del Arte como discípula y amante de Auguste
Rodin, en lugar de como la gran escultora que fue.
Hermana del poeta Paul Claudel fue una mujer rebelde, siempre a contracorriente de las estrictas normas de una sociedad mojigata que no veía la escultura como forma de expresión de la mujer. Se consideraba
que tenía la posibilidad de expresarse con actividades más femeninas, como la poesía, la literatura, el bordado o todo
tipo de actividades sociales bien vistas.
Desde niña sintió inclinación hacia la escultura, a pesar de la oposición
familiar, siendo su hermano el único que la apoyó. A los 19 años logró ser admitida
en la academia Colarussi, que preparaba a los futuros estudiantes de la Academia de Bellas Artes,
el centro en el que todos deseaban ingresar.
Foto de Camille en el estudio de Rodin en
1899
Pero en 1883 Rodin se cruza en su
camino, y Camille abandona la academia para trabajar en el estudio del
escultor, por entonces ya un genio reconocido y admirado. Así, Camille entra en
el mundo soñado en el que aprende los rudimentos del oficio, convirtiéndose no
solo en ayudante aventajada del escultor sino también en su modelo.
En el estudio, a su vez, Camille
modela el busto del maestro, y de su mano recorre los ambientes artísticos de
París a los que, de otra manera, no hubiera podido acceder. Y empieza a
elaborar su propia obra.
Con el cuerpo humano siempre como
modelo –al estilo de la época- crea una obra basada en gran parte en la
atracción hombre-mujer. Obra primero ejecutada en arcilla para después fundirla
en bronce o esculpirla en mármol.
Pronto se convierte en la ayudante
insustituible en el taller del escultor que trabaja a gran escala, dirigiendo a
los demás ayudantes, pero siguiendo adelante con su propia obra que,
lentamente, encuentra un camino personal y sensible.
La ayudante pasa a ser considerada
musa para, finalmente, convertirse en amante del escultor.
Se llegó a comentar en los
círculos artísticos de París que el maestro tenía celos de la sensibilidad
artística de la alumna, de su maestría, de su juventud, al ver que su arte iba
a más a gran velocidad. Pese a todo los rumores el clima de unión entre ambos
fue total en lo personal y lo artístico.
Pero la relación entre dos
personalidades tan potentes y apasionadas no podía mantenerse sin que surgieran
fricciones, como pronto surgirían. A pesar de la mutua admiración y la pasión
de su relación, las continuas peleas y rupturas fueron quebrando el frágil
equilibrio de Camille.
Rodin estaba unido sentimentalmente
a otra mujer, Rose Beuret, a quien no tenía intención de abandonar por Camille.
Esta situación insostenible fuerza a la escultora a abandonar a Rodin.
Y como final de la relación
ejecuta la escultura La Edad Madura , en la que ella, suplicante, de
rodillas, ve como el hombre que lo fue todo en su vida se aleja arrastrado por
otra mujer… a pesar de que la obra quiera aparentar el simbolismo del título:
la joven que ve cómo el hombre maduro se aleja en brazos del ángel del Tiempo,
representado por otra mujer.
Rota su relación con Rodin tiene
una relación con el músico Claude Debussy,
pero el músico también está unido a otra mujer y se repite la historia.
Decepcionada y víctima de una profunda crisis emocional, se encierra en su
taller para trabajar hasta el agotamiento, dando lo mejor de su obra. Y en diciembre
de 1905 celebra su última exposición.
Abandonada por su familia, que la
considera una rebelde de escandalosa vida privada, pronto las crisis nerviosas
se acentuarán hasta hacer imposible su actividad en el estudio en el que,
intenta, además, destruir sus obras. En 1923, a los 49 años, es internada en el
manicomio de Montdevergues donde permanecerá 30 años entre crisis nerviosas y
periodos de lucidez… pero sin volver a esculpir, ni siquiera a dibujar.
Foto de
Camille Claudel en 1929, ya en el manicomio.
Camille Claudel falleció en 1943, a los 79 años. Fue
enterrada en una tumba sin nombre, solamente con un número, en el cementerio de
la propia institución mental. Cuando años después, los descendientes directos
de sus familiares quisieron darle una tumba digna los responsables del
manicomio argumentaron que el enterramiento 1943-nº342 se había perdido en las obras de ampliación del
manicomio.
Y a partir de ahí quedó solamente
el recuerdo y su legado artístico.
En dos ocasiones se ha llevado su
vida al cine. Yo no he visto ninguna de las dos películas, pero ahí están. La
primera se estrenó en 1988 con Isabelle
Adjani como protagonista y Gerarde
Depardieu como Rodin, con el título de Camille
Claudel.
Esta otra es más reciente ya que
ahora mismo está en cartel. Se titula Camille
Claudel 1913, y fue estrenada en 2013, con la deliciosa Juliete Binoche en el papel de Camille.
Breverismos artísticos
177) VANGUARDIA
La vanguardia de
la vanguardia del arte avanzaba tan deprisa que pronto se convirtió en la retaguardia
de la vanguardia anterior.
876) SAN LUCAS Y EL
PINTOR
Al famoso pintor
abstracto se le apareció San Lucas, su patrón… y de la conversión resultante
pintó bodegones realistas el resto de sus días.
1241) OTRA COSA
El pintor que se
creía ultramoderno, aseguró:
-Cuando pinto
tengo la profunda sensación de que lo que hago no
es pintura, que es otra cosa.
Y, en efecto: no
era pintura… era otra cosa.
Mañana, jueves, será
otro día.
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