jueves, 20 de marzo de 2014

BREVERISMOS. JUEVES 20 DE MARZO DE 2014

A pesar de que hoy empieza la Primavera, esa estación del año que trae alergias varias y picor en la entrepierna de los adolescentes, no hablaré de ella, sino de un ilustrador inglés del pasado siglo XIX.
      El ilustrador inglés Aubrey Beardsley (1872-1898) solamente vivió 26 años, aunque tiempo suficiente para dejarnos un gran número de ilustraciones, tantas, que solamente os mostraré hoy las correspondientes a Salomé, la tragedia en un acto de su amigo Oscar Wilde, que él ilustró.


       Sofisticado, extraño y neurótico su figura alta, delgada y desgarbada, aunque siempre elegante, se hizo popular en los salones literarios y artísticos donde conocería a Oscar Wilde y su grupo de amigos, mezcla de aristócratas e intelectuales en los que también reinaba todo lo que la sofisticación arrastra.

       Homosexual que salió del armario en una época en la que la homosexualidad era castigada en el Reino Unido, Beardsley fue un adelantado ninguneado por los círculos artísticos que lo consideraron, no un artista en el profundo sentido de la palabra, sino un simple ilustrador, cuando precisamente por sus ilustraciones, ha pasado a la Historia del Arte inglés.

  
       Pero lo que no pudieron perdonarle fue que, en el fondo, fue un crítico fustigador de la hipócrita sociedad victoriana. Satírico e implacable sus dibujos despertaron interés, admiración y escándalo en la sociedad inglesa, acostumbrada a un realismo mojigato en la pintura.

       Sus dibujos no eran meras ilustraciones que se intercalaban en el texto, sino que el texto estaba subordinado a los dibujos. El ilustrador entregaba las páginas ya dibujadas para que la imprenta intercalara como bien pudiera los textos en ellas, como se puede ver en la portada y en el índice de la obra citada.


Todas las páginas de la Salomé de Oscar Wilde ofrecen su abigarrado estilo, el denominado Fin de Siglo, a través de dibujos de línea y mancha con tinta negra que pronto se harían populares.


       Tan innovador como discutido excéntrico su estilo pronto se haría popular en toda Europa, sobre todo en Francia. 

De inspiración oriental sus dibujos son de retorcida línea siempre negra, trazada entre grandes espacios negros y blancos que la potencian.  

 

Aunque, a veces, todo el fondo presenta su abigarrado estilo en el que los espacios blancos son invadidos hasta no quedar un solo centímetro sin dibujar.

     

       La inspiración en los grabados eróticos japoneses, tan de moda en la época, es patente, sobre todo en sus dibujos eróticos, a los que dedicaremos otro blog en su día.


Este tipo de ilustraciones eróticas podemos encontrarlas no solo en Salomé, sino también en Lisístrata, otra de sus obras ilustradas. En realidad este tipo de ilustraciones potenciaron la irreverencia de la obra de Oscar Wilde, proporcionándole el escándalo que el escritor buscaba.


       La obra de Beardsley influyó notablemente en los ilustradores de textos y carteles de toda Europa, especialmente en el Art Nouveau francés y checo.

       Aubrey Beardsley murió en Menton, Francia, en 1898, a los 26 años de edad, como decía al principio. Y ahí está su obra, admirada y denostada a partes iguales entre quienes le consideraban un imaginativo y original artista o un sofisticado pero simple dibujante. Elegid vosotros.

Breverismos
  
    
3466)  TURNER
Las tormentas de los cuadros de Turner eran tan reales que la Naturaleza, envidiosa, decidió copiarlas.

3855)  DOCUMENTA DE KASSEL
Ya que la feria de arte Documenta de Kassel consideró artista al cocinero Ferrán Adriá, el pintor se hizo cocinero… a ver si así lo consideraban de una vez.

3922)  GIOCONDA
Desde el día 21 de agosto de 1911 en que Vincenzo Perugia robó La Gioconda del museo del Louvre, los turistas hicieron largas colas para mirar y admirar el hueco dejado en la pared por un cuadro que antes del robo, no miraba nadie.


       Mañana viernes, últimos Breverismos de la semana… si Zeus quiere.

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