Si tenéis buena memoria recordaréis que el
jueves 13 de febrero convertí en protagonista de este blog a la ilustradora
valenciana Ana Juan. Pero como su
obra es tan abundante como interesante decidí publicar solamente sus trabajos
como creadora de portadas para la prestigiosa revista The New Yorker, privilegio reservado a muy pocos, es decir, a los
mejores.
Pues bien, hoy
dedicaré de nuevo el blog a publicar una pequeña muestra del resto de sus
trabajos, es decir, a los dedicados a lustración de cuentos infantiles, ilustraciones
sueltas, portadas de libros y carteles. De esta manera quedará expuesto su
amplísimo abanico de recursos, pues todos los palos toca con éxito, que es muy
grande la chica.
Esta es una de
las portadas que dibujó para la revista Madriz, allá por la década de los años
ochenta del pasado siglo XX.
Sus
ilustraciones de esta época presentaban escenas del ambiente
madrileño en el que la artista, siempre atenta, se desenvolvía o bien le
interesaba como tema.
Las
ilustraciones de esta época muestran claramente la influencia de la pintura
expresionista alemana y hasta de la época azul de Picasso. Así como caracteres
del arte naif, pues no hay que
olvidar que todo artista bebe –aunque algunos lo nieguen- de fuentes que han
manado muchos años antes. Fuentes que ahí están para inspirar a los artistas
que van llegando al peculiar mundo del Arte.
Ana fue
madurando lentamente hasta conseguir el estilo propio que la caracterizaría, si
bien éste ya dormía en sus pinceles desde sus primeros trabajos.
Las
ilustraciones fueron mostrando un mundo propio en el que el trazo a veces se
diluía y contorsionaba en busca de una mayor expresividad, que era la meta
final de todos sus dibujos.
Un gran salto
en su carrera llegó en 1994, cuando residió tres meses a Japón becada por la Editorial Kodasha. Se impregnó de tal manera de la elegancia del arte
oriental que este estilo ya nunca la abandonaría.
Orientalismo
que podemos apreciar en este cartel anunciador de la ópera La Traviata.
O en las portada de algunos libros.
Lo que no
quiere decir que abandonara otros estilos que se adecuaran más a una idea, o a
un encargo determinado. La propia autora reconoce la influencia, en esta etapa de su
obra, de pintores como Piero de la Francesca o los
prerrafaelistas
Desde 2002 se dedica a la
ilustración de cuentos infantiles… pero cuyas lustraciones muestran un mundo
especial, como especial es todo lo que rodea a sus protagonistas.
Ilustraciones a veces
inquietantes, como estas en blanco y negro, para que la ausencia de color
potencie el misterio de las mismas.
En el año 2010 el Ministerio de
Cultura le concedió el Premio Nacional de Ilustración, como reconocimiento a su
trabajo y a la proyección internacional del mismo.
Breverismos
3995) RANA
3
Por más que besó
a la rana no se convirtió en un príncipe. Así que la bella periodista pensó que
lo mejor sería dejarse de cuentos, ir directamente al palacio y…
5668) CAPERUCITA CRÉDULA
-Me contaron tan
bien el cuento que me lo creí –dijo Caperucita, sacando el revolver de la
cestita y pegándole a su abuela cuatro tiros, convencida de que era el lobo.
6213) PULGARCITO MALVADO
Pulgarcito dejó
tras de sí un rastro de miguitas de pan envenenadas. Y encontró el camino de
vuelta siguiendo el rastro de pájaros muertos.
Para terminar también diré que Ana escribe sus propios
cuentos, entre los que elijo el titulado The
pet shop revolution, la revolución de la tienda de mascotas, publicado en 2011,
en inglés, por la editorial Scholastic. Así, Ana es autora absoluta, en texto e
lustraciones, de una obra excepcional.
En fin, creo que hemos dado un
buen paseo por el fantástico mundo de mi querida Ana Juan… a pesar de haberse
quedado en camino muchas más obras, propias o dibujadas para otros autores.
Mañana abordaremos otro
tema, que dijo el pirata.
Personalmente te doy mil gracias y 301 abrazos así, uno detrás de otro
ResponderEliminarUn beso
Isabel